Los hijos de hombres sometidos a tratamientos de fertilidad tienen semen de peor calidad

Actualizado: miércoles, 29 marzo 2017 12:12

   MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

    Los primeros resultados de un estudio del grupo más antiguo del mundo de hombres jóvenes concebidos por medio del tratamiento de fertilidad inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI, por sus siglas en inglés) a causa de la infertilidad de sus padres han demostrado que tienen una cantidad y calidad de espermatozoides más baja que los hombres que fueron concebidos de forma espontánea.

   El estudio, que se publica este jueves en 'Human Reproduction', una de las revistas de medicina reproductiva del mundo, ha encontrado que estos hombres, con edades comprendidas entre los 18 y 22 años, tenían casi la mitad de la concentración de espermatozoides y dos veces menos en el recuento total de espermatozoides y total de espermatozoides móviles (espermatozoides que podían nadar bien) que los hombres de la misma edad concebidos naturalmente.

   Además, en comparación con los hombres nacidos después de la concepción espontánea, los hombres ICSI fueron casi tres veces más propensos a tener concentraciones de espermatozoides por debajo de 15 millones por mililitro de semen, que es la definición que hace la Organización Mundial de la Salud (OMS) de "normal", y cuatro veces más probabilidades de tener recuentos totales de espermatozoides de menos de 39 millones.

   ICSI fue iniciado en el Centro de Medicina Reproductiva en la Vrije Universiteit Brussel (VUB), en Bruselas, Bélgica, que estuvo encabezada por el profesor André Van Steirteghem, uno de los co-autores de esta investigaciónn. El primer bebé ICSI nació el 14 de enero de 1992. Los informes de los estudios actuales son de 54 hombres, nacidos en los primeros años de ICSI entre 1992 y 1996, cuando sólo se empleaba ICSI para tratar la infertilidad masculina.

   ICSI es un procedimiento mediante el cual se inyecta el esperma del padre directamente en el óvulo de la madre en el laboratorio y luego el óvulo fertilizado se coloca en su vientre. Para los hombres que tienen muy pocos espermatozoides viables, esto significa que los expertos en fertilidad pueden elegir el semen de mejor calidad y asegurarse de que se fertiliza el óvulo mediante la inyección de los espermatozoides en lugar de dejarlo nadar hacia el óvulo sin ayuda.

SE TRANSMITE UN GRADO DE SUB-INFERTILIDAD A LOS HIJOS

   El profesor Van Steirteghem y sus colegas sabían siempre que los problemas que habían causado infertilidad en el padre, por lo general los factores genéticos, pueden ser heredados por la descendencia de estos hombres. Sin embargo, hasta ahora, las preguntas sobre la fertilidad de los descendientes mediante ICSI no se podían contestar debido a su corta edad.

   "Estos resultados no son inesperados --reconoce el profesor Van Steirteghem, que ahora es profesor emérito de la VUB y consultor en el Hospital Universitario (UZBrussel)--. Antes de que se realizara la ICSI, se informó a los futuros padres de que es muy posible que sus hijos podían tener problemas de espermatozoides y semen igual que sus padres. Para todos los padres, esta información no era una razón para abstenerse de someterse a ICSI, ya que decían: "Si esto sucede, entonces ICSI también ser una solución para nuestros hijos".

   "Estos primeros resultados del grupo de mayor edad de adultos concebidos mediante ICSI en todo el mundo indican que, de hecho, se ha transmitido un grado de 'subfertilidad' a los hijos de padres que fueron sometidos a ICSI debido a las características de discapacidad del semen", añade.

   El estudio se llevó a cabo en UZBrussel entre marzo de 2013 y abril de 2016 como parte de un proyecto más amplio que está analizando la salud de los adultos jóvenes, hombres y mujeres, que nacieron como resultado de la ICSI. Los jóvenes fueron analizados a través de sus padres en caso de que los padres no les hubieran dado a conocer a sus hijos el método de concepción.

   Accedieron a participar en el estudio 54 de un total de 215 hombres jóvenes con ICSI en la base de datos UZBrussel y se les comparó con un grupo control de hombres de la misma edad que habían sido concebidos naturalmente. Se les pidió que proporcionaran una muestra de semen para analizar; se les tomaron muestras de sangre y también se les realizaron otros controles sanitarios.

   Se les ofreció a los participantes la posibilidad de realizarles pruebas genéticas en los casos en que las concentraciones de espermatozoides cayeron por debajo de 5 millones/ml y se les dio información por escrito, asesoramiento apropiado, investigación y seguimiento.

   La técnica ICSI se había llevado a cabo en los padres de 50 de los 54 jóvenes debido a infertilidad por factor masculino (48 por infertilidad masculina única y dos por combinación de infertilidad del sexo masculino y femenino), mientras que los cuatro restantes conjuntos de padres sufrieron de infertilidad con causa desconocida.

   Los investigadores ajustaron sus resultados en función de factores que podrían afectar a la calidad del semen, como la edad, el índice de masa corporal (IMC), malformaciones genitales, el tiempo desde la eyaculación al análisis y el periodo de abstinencia.

   Aunque las concentraciones de espermatozoides y los recuentos fueron inferiores en los hombres fruto de ICSI frente a sus pares concebidos de forma espontánea, los investigadores hallaron que una baja concentración de espermatozoides y el recuento total de espermatozoides móviles en los padres no se correlacionaron con los valores correspondientes de sus hijos.

   "El estudio muestra que las características del semen de los padres sometidos a ICSI no predicen los valores de semen en sus hijos. Está bien establecido que los factores genéticos juegan un papel en la infertilidad masculina, pero pueden intervenir muchos otros factores. Por otra parte, la correlación no es lo mismo que la causalidad", apunta el profesor Van Steirteghem.

   "Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de continuar y ampliar otros estudios de seguimiento de niños concebidos mediante técnicas de reproducción asistida. Por ejemplo, deben realizarse análisis de muestras emparejadas de padres e hijos y mirar a un mayor número de descendientes. Esto sigue siendo un proyecto desafiante para la VUB. Sin embargo, las autoridades sanitarias y los organismos de financiación deberían proporcionar los medios para responder a preguntas acerca de los efectos de la genética, el modo de la concepción, los patrones de crecimiento fetal y el peso al nacer en la fertilidad de los hombres de ICSI", dice.

   Desde el inicio de la ICSI, la técnica se ha utilizado cada vez más para tratar la infertilidad, incluso cuando no hay sospecha de infertilidad masculina. En algunos países, se emplea la ICSI en casi el cien por cien de todos los procedimientos de fertilización in vitro (FIV). Por lo tanto, los autores advierten que los resultados no pueden extrapolarse a todos los hijos nacidos después de ICSI ya que hoy día se utiliza cada vez más, incluso cuando no hay evidencia de que la infertilidad de una pareja se debe a mediciones anormales del semen en el hombre.