Analiza el factor de necrosis tumoral en un tipo de mosca
BARCELONA, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio, liderado por la Universitat de Barcelona (UB), ha revelado nuevos mecanismos moleculares relacionados con la regeneración de tejidos biológicos, ha informado la UB este lunes en un comunicado.
La investigación, publicada en la revista 'The EMBO Journal', se centra en el factor de necrosis tumoral y sus receptores TNFR, unas moléculas implicadas en múltiples patologías como la obesidad relacionada con la diabetes mellitus tipo 2, la enfermedad inflamatoria intestinal y varios tipos de cáncer.
Los investigadores han trabajado con un modelo de estudio basado en la mosca Drosophila melanogaster, tiene un solo factor de necrosis tumoral (Eiger, Egr) y dos únicos TNFR, que son receptores Grindelwald (Grnd) y Wengen (Wgn).
Los resultados concluyen que los dos receptores del factor de necrosis tumoral, una proteína moduladora de la actividad celular, son capaces de desarrollar funciones opuestas ante lesiones de tejidos: uno potencia la supervivencia y regeneración celular, y el otro promueve la muerte celular.
PROLIFERACIÓN Y MUERTE CELULAR
El investigador de la UB Florenci Serras ha explicado que, como resultado de la unión con el factor de necrosis tumoral, "el receptor TNFR se activa y regula procesos tan diversos como la proliferación celular, la muerte celular o la inmunidad adaptativa".
Serras ha justificado el uso de la mosca, frente al genoma de los mamíferos con 19 moléculas TNF y 29 receptores TNFR: "Gracias a esta simplicidad, y añadiendo las múltiples herramientas genéticas de Drosophila, hemos podido emplear este organismo modelo para estudiar la regulación y función de los TNFR".
HACIA EL DISEÑO DE MOLÉCULAS REGENERATIVAS
La investigación podría contribuir a diseñar moléculas agonistas y antagonistas de los receptores TNFR que estimulen la regeneración de tejidos epiteliales en pacientes con quemaduras graves o afectados por enfermedades intestinales inflamatorias y algunos tumores.
En el estudio, también han participado investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) y el Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (Idibaps).