MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores en Brasil han identificado una correlación entre la progresión del cáncer oral y la abundancia de ciertas proteínas presentes en el tejido tumoral y la saliva, lo que podría servir para predecir la progresión de la enfermedad.
En concreto, los resultados, publicados en 'Nature Communications', apuntan a una estrategia para superar las limitaciones de los exámenes clínicos y de imágenes, y podrían ayudar a guiar la elección de un tratamiento ideal para cada paciente.
Para realizar este trabajo, los investigadores realizaron un análisis proteómico de tejido de diferentes áreas tumorales utilizando 120 muestras microdiseccionadas, y confirmaron las firmas de pronóstico en aproximadamente 800 muestras de tejido mediante inmunohistoquímica y en 120 muestras mediante proteómica dirigida.
"Los datos condujeron a resultados sólidos que son altamente prometedores para definir la gravedad de la enfermedad. Sugerimos marcadores potenciales de la enfermedad en la primera fase del estudio y verificamos estos marcadores en la segunda fase, lo que mejora la confiabilidad de los hallazgos y demuestra que estos marcadores son efectivos para clasificar a los pacientes con metástasis en los ganglios linfáticos cervicales", han dicho los expertos.
El cáncer de boca, también conocido como carcinoma oral de células escamosas (OSCC), es el tipo más común de tumor maligno de cabeza y cuello. La prevalencia y la mortalidad son altas, con aproximadamente 300.000 casos nuevos diagnosticados por año en todo el mundo y 145.000 muertes. Aunque es relativamente fácil de detectar, generalmente se diagnostica en fases avanzadas.
DOS FASES DE ESTUDIO
En concreto, el trabajo se ha realizado en dos fases. En la primera, los investigadores utilizaron la microdisección con láser y la proteómica para mapear las proteínas en el tejido canceroso de la boca y correlacionarlas con las características clínicas de los pacientes. Este análisis permitió la identificación de varias proteínas, como CSTB, NDRG1, LTA4H, PGK1, COL6A1, ITGAV y MB, con diferentes niveles de presencia según el área del tumor y enlaces a resultados clínicos clave.
En la segunda fase, después de identificar y cuantificar proteínas en las más de 120 muestras de tejido tumoral, los investigadores implementaron dos estrategias de verificación de proteínas. Una estrategia consistió en medir la cantidad de las proteínas seleccionadas en muestras de tejido independientes, utilizando inmunohistoquímica con anticuerpos, mientras que la otra consistió en monitorear los mismos objetivos preseleccionados en la saliva de los pacientes.
Se eligió la saliva porque este cáncer se encuentra en la boca, donde las células neoplásicas podrían secretar proteínas. "La saliva es una fuente prometedora de marcadores, además de ser un fluido obtenido por la recolección no invasiva. Verificamos las proteínas en la saliva de 40 pacientes. Se analizaron los triplicados técnicos para lograr el nivel de confianza más alto posible para los resultados en esta fase del estudio", han explicado los investigadores.
Después de analizar las muestras de saliva, utilizaron técnicas de bioinformática y aprendizaje automático para llegar a las firmas de pronóstico, verificando cuál de las proteínas o péptidos seleccionados en la primera fase podría distinguir entre pacientes con y sin metástasis en los ganglios linfáticos cervicales.
A partir de este resultado, los expertos lograron identificar tres péptidos específicos (LTA4H, COL6A1 y CSTB), los cuales pueden usarse como una firma para clasificar a los pacientes con y sin metástasis en los ganglios linfáticos cervicales, lo que ofrece la posibilidad de ayudar a los médicos a superar las limitaciones de los exámenes clínicos, así como orientar las estrategias de tratamiento personalizado.
Ahora, los científicos brasileños están trabajando en un nuevo estudio diseñado para utilizar técnicas de traducción para construir biosensores asequibles capaces de detectar firmas de pronóstico en la saliva de los pacientes.
"Queremos desarrollar un método más simple y económico que pueda ser utilizado fácilmente por profesionales de la salud para evaluar la progresión de la enfermedad sobre la base de pruebas que se pueden realizar en la consulta de un dentista o médico, o en laboratorios clínicos. Ahora planeamos desarrollar un biosensor con un enfoque en el uso de esta firma para que pueda ser adoptada para uso clínico y ayudar a guiar las decisiones de tratamiento", han zanjado.