MADRID 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos de la Universidad de Bristol, Reino Unido, está un paso más cerca de entender cómo algunos de los 100.000 millones de células nerviosas del cerebro coordinan su comunicación, al identificar una proteína responsable del control de la comunicación entre las células cerebrales, según publica la revista 'Cell Reports' en su edición de este miércoles.
Estos expertos investigaron algunos de los procesos químicos que sustentan cómo las células cerebrales coordinan su comunicación. Los defectos en esta comunicación están asociados con trastornos como la epilepsia, el autismo y la esquizofrenia, por lo que estos hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevas terapias neurológicas.
Las neuronas en el cerebro se comunican entre sí mediante unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores y la liberación de los neurotransmisores de las neuronas está estrechamente controlada por muchas proteínas diferentes en el interior de la neurona, que interactúan entre sí para asegurar que el neurotransmisor se libera sólo cuando es necesario. Aunque los mecanismos que controlan esta comunicación han sido ampliamente estudiados, los procesos que coordinan cómo y cuándo las proteínas interactúan no se entiende completamente.
Investigadores de la Escuela de Bioquímica de Bristol han descubierto ahora que una de estas proteínas, llamada RIM1a, está modificada por una pequeña proteína llamada SUMO, que se une a una región específica en RIM1a. Este proceso actúa como un interruptor molecular que se requiere para la liberación normal del neurotransmisor.
El profesor de Neurociencia Molecular en la Facultad de Medicina y Ciencias Veterinarias de la Universidad de Bristol y autor principal del estudio, Jeremy Henley, subrayó: "Estos hallazgos son importantes porque muestran que la modificación de SUMO juega un papel vital e insospechado en la función normal del cerebro". La investigación se basa en trabajos anteriores del equipo que identificó un grupo de proteínas en el cerebro responsables de proteger las células nerviosas del daño y podría usarse en el futuro para terapias para el accidente cerebrovascular y otras patologós del cerebro .