MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) han descubierto, en un estudio publicado en la revista 'Nature', los mecanismos que ayudan a las células cancerosas pancreáticas a evitar la inanición.
En concreto, el trabajo explica cómo los cambios en el gen RAS, que se sabe que estimulan el crecimiento anormal que se observa en el 90 por ciento de los pacientes con cáncer de páncreas, también aceleran el proceso que proporciona los componentes básicos necesarios para ese crecimiento.
En concreto, el procedimiento, llamado macropinocitosis, engloba proteínas y grasas que pueden descomponerse en aminoácidos y metabolitos utilizados para construir nuevas proteínas, cadenas de ADN y membranas celulares. Las células cancerosas no pueden multiplicarse sin estos recursos disponibles.
"Encontramos un mecanismo relacionado con el suministro de nutrientes que creemos que podría usarse para negar a las células tumorales mutantes RAS de un mecanismo clave de supervivencia", han comentado los investigadores, quienes han descubierto que las mutaciones RAS activan aún más la proteína SLC4A7, la cual permite que la proteína adenilato ciclasa soluble, dependiente de bicarbonato, active la enzima proteína quinasa A, lo que a su vez cambia la ubicación de la proteína v-ATPasa.
En este sentido, al desplazarse donde opera la v-ATPasa desde las profundidades de las células a áreas cercanas a sus membranas externas, la reacción coloca la enzima para liberar el colesterol que RAC1 necesita para unirse a las membranas celulares. La acumulación de v-ATPasa cerca de las membranas externas, y el posicionamiento relacionado de Rac1, permite que las membranas se abulten temporalmente, se vuelquen sobre sí mismas y formen bolsas que envuelven nutrientes durante la macropinocitosis.
En estudios de cultivo celular, el tratamiento de células RAS mutantes con el inhibidor de la familia SLC4 S0859 condujo a una reducción significativa en la localización de v-ATPasa dependiente de RAS a las membranas externas, así como a la inhibición de la micropinocitosis. Además, el análisis de datos moleculares del tejido de adenocarcinoma ductal pancreático humano (PDAC) reveló que el gen para SLC4A7 se expresa cuatro veces más alto en los tumores que en tejido pancreático cercano normal.
Asimismo, los investigadores también han demostrado que silenciar el gen para SLC4A7 en células de cáncer de páncreas ralentizó o redujo los tumores en ratones. De hecho, después de 14 días, el 62 por ciento de los tumores con SLC4A7 silenciado mostró un crecimiento reducido en ratones, en comparación con los tumores con el gen activo, y el 31 por ciento se redujo.
"Ahora estamos buscando candidatos a fármacos que puedan inhibir la acción de SLC4A7 o v-ATPase como posibles tratamientos futuros que bloquean la macropinocitosis. Ambas proteínas son, en principio, buenos objetivos porque están relacionadas con el crecimiento del cáncer y operan cerca de las superficies de las células cancerosas, donde un fármaco administrado a través del torrente sanguíneo podría alcanzarlas", han zanjado los investigadores.