MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
A nivel mundial, la depresión afecta a más de 300 millones de personas al año y casi 800.000 mueren por suicidio cada año, siendo la segunda causa de muerte entre las personas de entre 15 a 29 años. Más allá de eso, la depresión destruye la calidad de vida de decenas de millones de pacientes y sus familias y, aunque los factores ambientales juegan un papel en muchos casos de depresión, la genética también es crucialmente importante.
Un estudio de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UM SOM, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, ha señalado cómo un gen en particular desempeña un papel central, ya sea protegiendo del estrés o desencadenando una espiral descendente, dependiendo de su nivel de actividad. El estudio, publicado este jueves en 'Journal of Neuroscience', aporta detalles de cómo este gen en particular, conocido como Slc6a15, funciona en una especie de neurona que desempeña un papel clave en la depresión y reveló el vínculo en los animales y los seres humanos.
"Este trabajo realmente aporta luz sobre cómo los niveles de este gen en estas neuronas afectan al estado de ánimo", afirma la autora principal del estudio, Mary Kay Lobo, profesora asistente en el Departamento de Anatomía y Neurobiología. "Sugiere que las personas con niveles alterados de este gen en ciertas regiones del cerebro pueden tener mucho más riesgo de depresión y otros trastornos emocionales relacionados con el estrés", añade.
En 2006, Lobo y sus colegas encontraron que el gen Slc6a15 era más común entre neuronas específicas en el cerebro y recientemente demostraron que estas neuronas eran importantes en la depresión. Dado que este gen fue implicado hace poco tiempo en la depresión por otros investigadores, su laboratorio decidió investigar su papel en estas neuronas específicas. En este último trabajo, esta experta y su equipo se centraron en una parte del cerebro llamada el núcleo accumbens.
UN SUBCONJUNTO DE NEURONAS, CLAVE EN EL CIRCUITO DE RECOMPENSA CEREBRAL
Esta región juega un papel central en el "circuito de recompensa" del cerebro. Cuando una persona ingiere una comida deliciosa, tiene relaciones sexuales, bebe alcohol, o vive cualquier otro tipo de experiencia agradable, las neuronas en el núcleo accumbens se activan, lo que le permite saber que la experiencia está activando los botones adecuados. En la depresión, cualquier tipo de disfrute se vuelve difícil o imposible; un síntoma que se conoce como anhedonia, que en latín significa incapacidad para experimentar placer.
Los investigadores se centraron en un subconjunto de neuronas en el núcleo accumbens llamado neuronas D2, que responden al neurotransmisor dopamina, juega un papel central en el circuito de recompensa. Estos expertos estudiaron ratones susceptibles a la depresión; cuando fueron sometidos al estrés social -a mayor exposición, roedores más agresivos-- tienden a retirarse y exhiben un comportamiento que indica depresión, como la retirada social y la falta de interés en los alimentos de los que normalmente disfrutan.
Lobo encontró que cuando estos animales fueron sometidos a estrés social crónico, se redujeron notablemente los niveles del gen Slc6a15 en las neuronas D2 del núcleo accumbens. Los investigadores también estudiaron ratones en los que el gen se había reducido en las neuronas D2. Cuando los roedores fueron sometidos a estrés, también mostraron signos de depresión; pero cuando los investigadores elevaron los niveles de Slc6a15 en las neuronas D2, los ratones mostraron una respuesta resiliente al estrés.
Luego, Lobo miró los cerebros de los humanos que tenían una historia de depresión mayor y que se habían suicidado. En el núcleo accumbens de estos cerebros, el gen se redujo, lo que indica que el vínculo entre el gen y el comportamiento se extiende de ratones a humanos.
No está claro exactamente cómo funciona Slc6a15 en el cerebro. Lobo dice que puede funcionar alterando los niveles de neurotransmisores en el cerebro, una teoría que tiene algunas evidencias de otros estudios. Esta experta dice que su investigación podría conducir finalmente a terapias enfocadas en Slc6a15 como nueva manera de tratar la depresión.