MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Científicos de Scripps Research (Estados Unidos) han descubierto una conexión importante entre el metabolismo del azúcar de una célula y su respuesta antioxidante, uno de los mecanismos clave de la célula para protegerse del estrés oxidativo y de otros agentes dañinos.
En concreto, los científicos, cuyo trabajo ha sido publicado en 'Nature', han identificado una pequeña molécula capaz de activar la respuesta antioxidante, una terapia potencial para una variedad de enfermedades que involucran estrés oxidativo, como la enfermedad renal crónica, la neurodegeneración y la enfermedad autoinmune.
"Este estudio demuestra que hay una clara conversación cruzada entre el metabolismo central del carbono y la respuesta antioxidante, por lo que abre la puerta para desarrollar tratamientos para atacar una variedad de enfermedades. La pequeña molécula que desarrollamos apunta a la vía de la glucólisis de manera reversible para activar la respuesta antioxidante, lo que podría representar una nueva estrategia para desarrollar fármacos para activar esta vía de protección", han detallado los expertos.
El jugador clave en este diálogo cruzado es una proteína llamada KEAP1, que actúa como un sensor para moléculas reactivas potencialmente dañinas en las células. Cuando estas moléculas reactivas se acumulan, KEAP1 desencadena la respuesta de estrés antioxidante para limpiarlas.
En este sentido, y debido a que las moléculas reactivas están vinculadas al desarrollo de tantas enfermedades, desde cánceres hasta trastornos autoinmunes y neurológicos, los científicos están buscando una forma de atacar el KEAP1 y tomar el control de la respuesta al estrés celular.
Ahora bien, para descubrir mecanismos alternativos para activar esta vía, los científicos emplearon un enfoque basado en la genética química con el fin de encontrar activadores no covalentes de KEAP1. Este enfoque les llevó a una molécula llamada CBR-470-1, que luego fue optimizada por investigadores de Calibr, una división de descubrimiento de fármacos sin fines de lucro de Scripps Research.
Asimismo, los experimentos con CBR-470-1 y su análogo, CBR-470-2, llevaron a la conclusión de que KEAP1 se modifica a través de un mecanismo que forma parte de la respuesta de una célula a la glucosa, llamada glucólisis, que descompone las moléculas de azúcar en energía.