MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Variantes menores de cepas de la gripe, que no son normalmente objetivo de las vacunas, llevan un golpe viral mayor de lo que se creía, según ha descubierto un equipo de científicos. Su investigación, que examinó muestras de la pandemia de la gripe de 2009 en Hong Kong y se detalla en un artículo publicado en la revista 'Nature Genetics', muestra que estas cepas de menor importancia se transmiten junto con las principales cepas y pueden replicarse y eludir las inmunizaciones.
"Una infección de virus de la gripe no es una mezcla homogénea de virus, sino, más bien, una mezcla de cepas que se transmite como un enjambre en la población", explica Elodie Ghedin, profesora en el Departamento de Biología de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, y el Colegio de Salud Pública Global. "Las vacunas actuales se dirigen a las cepas dominantes porque son las que parecen infectar al mayor número de personas. Sin embargo, nuestros resultados revelan una capacidad de cepas menores que eluden estas vacunas y propagan el virus de manera desconocida hasta ahora".
Desde hace tiempo, se sabe que el virus de la gripe A se caracteriza por un alto nivel de diversidad genética, pero el conocimiento se deriva en gran parte de la cepa dominante, que las vacunas tienen como objetivo a combatir. Menos entendida es la diversidad de las cepas de menor importancia y cómo se pasan entre las personas, revelando la capacidad de estas cepas para difundir el virus.
Estos investigadores se propusieron determinar la cantidad de partículas virales que se transmiten cuando se está contagiado con la gripe, así como el número de ellas capaces de replicarse cuando se transmiten. Para ello, Ghedin, que forma parte del Centro de Genómica y Biología de Sistemas de la Universidad de Nueva York, y sus colegas llevaron a cabo una profunda secuenciación de todo el genoma de muestras tomadas con algodones de la cavidad nasal superior de casos de gripe confirmados en Hong Kong en 2009 y de sus contactos en el hogar.
Mediante el uso de métodos de secuenciación sofisticados, el equipo pudo identificar variantes de las cepas de la gripe y cuantificar qué se transmite entre las personas infectadas. Sus resultados mostraron que la mayoría lleva el virus dominante --H1N1 o H3N2--, pero, además, todos portan cepas menores y variantes de las cepas mayores y menores. Lo sorprendente fue la facilidad con la que se transmitieron estas variantes a través de los individuos estudiados.
"La combinación de datos única, los enfoques de secuenciación y los métodos matemáticos crearon una imagen matizada de la transmisión de la diversidad durante una pandemia", señala el coautor del estudio, Benjamin Greenbaum, profesor asistente en el Instituto del Cáncer Tisch en la Escuela Icahn de Medicina de Monte Sinaí, Estados Unidos.
"Hemos sido capaces de mirar las variantes y vincular a las personas sobre la base de estas variantes --añade Ghedin--. Lo que sobresalió fue también cómo se estaban transmitiendo estas mezclas de cepas mayores y menores en toda la población durante la pandemia de 2009 hasta el punto de que las cepas de menor importancia se volvieron dominantes".