¿Qué hacer si nos entra arena en los ojos? Rascarse no es la solución

Archivo - Niño en la playa rascándose el ojo
Archivo - Niño en la playa rascándose el ojo - HALFPOINT/ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 17 agosto 2023 17:17

MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

El verano es la época de playa y de largas jornadas disfrutando del mar, pero también es el momento en el que se deben tomar ciertas precauciones para evitar quemaduras por el sol, picaduras o para mantener la salud visual en perfecto estado, evitando que la arena entre en los ojos ya que esto puede derivar en problemas como la conjuntivitis, irritaciones o infecciones.

La sensación de tener arena dentro de los ojos puede llegar a ser muy molesta, sobre todo en los niños, que están acostumbrados a jugar con ella y es frecuente que se rasquen si sienten molestia en sus ojos, pero rascarse no solo no aliviará la molestia sino que puede causar problemas mayores en la superficie del ojo y en la córnea.

Según explica el oftalmólogo y cofundador de Clínica Baviera, el doctor Fernando Llovet, "es muy importante saber que la superficie del ojo es húmeda, es decir, puede suceder que los granos de arena se queden pegados y esto puede causar daños en las distintas estructuras oculares".

Por ello, es fundamental evitar rascarse para no arañar y dañar la superficie del ojo y provocar así problemas en la córnea. También hay que tener en cuenta que estos granos de arena pueden transportar microbios y generar infecciones como la conjuntivitis que da lugar a una molesta sensación de picor, ardor o lagrimeo.

"Es recomendable intentar evitar este problema con la utilización de unas buenas gafas de sol homologadas, gafas de buceo en el mar, una constante hidratación del ojo y evitar extremar la higiene. También es muy importante tomar conciencia para evitar frotarnos los ojos en la medida de lo posible", comenta el doctor Llovet.

Además, este tipo de lesiones oculares se dan en su mayoría entre los más pequeños ya que son los que más interactúan con la arena. Por esto, es muy conveniente que, al acudir a la playa, se lleve una solución salina para poder limpiar el ojo (evitando tocarlos con las manos) lo antes posible y así prevenir problemas mayores.

En caso de no tener cerca ese suero fisiológico se puede aclarar lo ojos con agua, si se lleva una botella para beber o en las duchas de agua dulce de la playa, pero sobre todo hay que evitar frotarse o rascarse los ojos, especialmente con las manos sucias.

Si las molestias crecen o persisten en el tiempo, la solución está en visitar a un oftalmólogo para que pueda hacer una valoración del estado general del ojo y dar un diagnóstico personalizado.

Otros factores como el cloro de las piscinas, el aire acondicionado o las largas horas de exposición al sol muy propias de la temporada de verano también pueden alterar la salud visual o incluso empeorar la sintomatología de otros problemas oculares. Por este motivo, los expertos recomiendan usar gafas para nadar, lágrimas artificiales sin conservantes para hidratar el ojo y gafas de sol o viseras para protegerse de los rayos solares.