MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El responsable de la Unidad de Cáncer Hereditario y Sarcomas de MD Anderson Cancer Center Madrid, Ricardo Cubedo, ha aconsejado llevar al especialista a un niño o un adolescente que padezca dolor en un sólo lado del cuerpo durante más de un mes y que esta dolencia le haga despertarse durante la noche, con el fin de descartar un sarcoma.
Asimismo, ha recomendado acudir al experto cuando se produzca un dolor diagnosticado como tendinitis o sobrecarga que no mejora tras el tratamiento con antinflamatorios, infiltraciones o frecuencias de onda corta, así como cualquier bulto mayor de una pelota de golf, en adultos, o de una canica, en niños. En estos casos, el procedimiento habitual es la realización de una prueba de imagen para descartar la presencia o no de algún tipo de sarcoma.
Estos consejos se sustentan en el hecho de que la dificultad que conlleva diagnosticar precozmente un sarcoma ya que este tumor suele aparecer en personas jóvenes en las que, de entrada, no se sospecha la presencia de un tumor y existen hasta 150 subtipos de sarcomas, lo cual significa que existe una variedad muy amplia de síntomas muy inespecíficos que, en muchas ocasiones, se pueden confundir con dolores de crecimiento o lesiones deportivas.
"Ante la menor sospecha de sarcoma, es importante derivar al paciente a un centro especializado en el abordaje de sarcomas porque la primera cirugía es irrepetible, el paciente se juega la mayor parte de su pronóstico en esta primera intervención quirúrgica", ha dicho el doctor.
Y es que, prosigue, un servicio estándar de Oncología puede no haber visto apenas casos, incluso ninguno, de un tipo concreto de sarcoma y en el abordaje del sarcoma es fundamental que quien lo diagnostica al microscopio haya diagnosticado muchos, que quien lo opera haya operado muchos y que quien lo trata con quimioterapia se haya enfrentado ya a muchos casos anteriores.
De hecho, tal y como ha puntualizado el especialista, con una detección precoz y un abordaje especializado del sarcoma, la expectativa de vida de un paciente puede ser la misma que la de un sujeto sano. "La verdad es que diagnosticamos a los pacientes más avanzados de lo que nos gustaría. Más allá de algunos casos relacionados con tratamientos previos con radioterapia, no se conocen realmente los motivos por los que se origina este tumor, que no parece tener nada que ver con el estilo de vida, por lo que es complicado recomendar pautas de prevención", ha añadido Cubedo.
Con el objetivo de intentar mejorar el diagnóstico, la comunidad científica ha clasificado los sarcomas en dos grandes grupos: los osteosarcomas, que se originan en los huesos, y los sarcomas de partes blandas, que se originan en cualquier parte del organismo, como los músculos, los nervios, los tendones y la grasa. De los aproximadamente 150 sarcomas que existen, el liposarcoma (con origen en la grasa) en jóvenes y el osteosarcoma en niños (preferiblemente con inicio en las extremidades) son dos de los más frecuentes.
Aunque, como ha incidido el doctor, la clave de la curación de los sarcomas es una "cirugía óptima en las mejores manos y con en un equipo muy bien integrado", tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia también tienen un papel importante en los sarcomas, ya sea posterior a la cirugía de forma complementaria o anterior a la cirugía en los casos en los que el tumor resulta irresecable; es decir, cuando se ha extendido a los tejidos cercanos.
Además de los tratamientos habituales, y pese a que la investigación en enfermedades raras siempre supone muchas dificultades, existen varios ensayos clínicos que investigan actualmente la eficacia de nuevas terapias como la inmunoterapia o los tratamientos dirigidos en el abordaje de los sarcomas.