MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Monash, en Australia, e investigadores daneses han descubierto un gen en gusanos que podría ayudar a romper el ciclo de comer en exceso y bajo ejercicio que puede llevar a la obesidad. Se trata de un gen que desencadena una sensación de plenitud, así como la necesidad de dormir después de comer y como en las personas hay un gen similar, tiene potencial para desarrollar un fármaco que podría ayudar a controlar la obesidad mediante la reducción del apetito y el aumento del deseo de realizar ejercicio.
El equipo, dirigido por el profesor asociado Roger Pocock, en el Instituto de Descubrimiento Biomédico Monash y sus colegas en la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, detalla sus hallazgos en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. El profesor asociado Pocock y su equipo descubrieron un gen que codifica un factor de transcripción llamado ETS-5, que controla las señales desde el cerebro a los intestinos.
El profesor asociado Pocock explica que cuando el intestino ha almacenado suficiente grasa, el cerebro recibe el mensaje para dejar de moverse, llevando efectivamente el gusano para dormir. "Cuando los animales están desnutridos, buscan comida en el ambiente; cuando están bien alimentados, no tienen necesidad de vagar y cuando están completamente saciados, entran en un estado de sueño", explica el profesor asociado Pocock.
Los investigadores estudiaron 'Caenorhabditis elegans', o el gusano redondo, debido a la simplicidad de su cerebro, con apenas 302 neuronas y 8.000 sinapsis, o conexiones de neurona a neurona, que ya han sido mapeadas, frente al cerebro humano, que tiene miles de millones de neuronas, más de 160.000 kilómetros de cableado biológico y 100 billones de sinapsis.
EL GUSANO Y LOS HUMANOS COMPARTEN EL 80 POR CIENTO DE LOS GENES
El profesor Pocock dice que el gusano redondo y los humanos comparten hasta el 80 por ciento de sus genes, así como alrededor de la mitad de todos los genes conocidos que están involucrados en enfermedades humanas. "Debido a que los gusanos comunes comparten tantos genes con los seres humanos son un gran sistema modelo para investigar y obtener una mejor comprensión de procesos como el metabolismo, así como las enfermedades en los seres humanos", subraya.
Los investigadores descubrieron el papel del factor de transcripción ETS-5 analizando neuronas individuales dentro del cerebro del gusano, monitorizando su respuesta a los alimentos. Encontraron que --al igual que los mamíferos, incluyendo los seres humanos-- una dieta que promueve el crecimiento provoca una respuesta diferente en gusanos en comparación con los alimentos de baja calidad.
En los mamíferos, una dieta cargada con grasas y azúcares estimula la sobrealimentación, lo que lleva a la obesidad. Cuando se alimentaban de alimentos de baja calidad, los gusanos vagaban en busca de una mejor nutrición. El descubrimiento de ETS-5 supone la primera vez que se ha implicado una molécula reguladora genética de este tipo, y posible diana farmacológica, en el control intestinal-cerebral de comer y actividad, según Pocock.
"La familia de genes ETS está presente en los seres humanos y se ha vinculado previamente a la regulación de la obesidad. Desde que hemos conocido que esta familia de genes controla la ingesta de alimentos a través de un sistema de retroalimentación al cerebro, representa un objetivo farmacológico posible para el tratamiento de la obesidad", concluye.