NUEVA YORK 3 Jul. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Emilio López Romero) -
Cerca de 800 presos de la prisión estatal de San Quintín, en San Francisco (Estados Unidos), han sido puestos en cuarentena y no podrán recibir visitas del exterior a la espera de que se conozcan los resultados de unas pruebas para determinar si 30 de los reclusos tienen la nueva gripe.
Así lo aseguró Luis Potino, el portavoz de la conocida prisión estatal californiana, donde al parecer ya se han confirmado que al menos cuatro de esos treinta presos se contagiaron con el virus H1N1 en los últimos días.
Se espera que los resultados definitivos de las pruebas realizadas a los internos se conozcan dentro de diez días, y mientras tanto las autoridades penitenciarias han optado por suspender el derecho de visitas para evitar la posible propagación de la enfermedad.
Patino precisó que el sistema penitenciario ha preferido adoptar más medidas que en un anterior brote del virus de la nueva gripe el pasado mes de mayo, que obligó a suspender los derechos de visita en todas las prisiones del estado.
"Esta vez queremos dar una mejor respuesta porque sabemos que se trata de un virus extremadamente virulento y ahora sabemos mucho más sobre cómo controlarlo", añadió Patino en declaraciones a un diario local.