MADRID 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró hoy que la nueva gripe A tardará entre dos y tres años en convertirse en estacional y, hasta entonces, no se podrá bajar el nivel de alerta por pandemia que estableció el pasado mes de junio.
Según el portavoz de esta institución de Naciones Unidas, Gregory Hartl, la alerta sanitaria global no podrá bajarse del nivel seis hasta que no se reduzcan los contagios por el virus A/H1N1, que ya ha provocado al menos 4.500 fallecimientos en todo el mundo.
"Si se detecta que el virus circula de una forma más sostenible, entonces se podrá bajar el nivel pandémico, aunque por el momento no hay ningún indicio de que esto se pueda producir", señaló.
Como ha sucedido en pandemias anteriores, la aparición de vacunas que inmunizan frente al virus favorece el control de los contagios, ya que "es en ese momento cuando es más difícil la expansión del virus y éste comienza a actuar como una gripe estacional".
Para ello, las autoridades nacionales en materia de salud pública deberán trabajar con los laboratorios farmacéuticos para desarrollar nuevas vacunas y poner en marcha cuanto antes las campañas de vacunación. China fue el primer país en inmunizar contra la gripe A, a finales de septiembre, mientras que Australia y Estados Unidos también han iniciado campañas en las que se prioriza la vacunación de niños y profesionales sanitarios.
En cualquier caso, Hartl aseguró que, por el momento, no hay ningún signo de que el virus haya mutado a una forma "más peligrosa o más suave" que el primero identificado en México y Estados Unidos. "Hasta ahora, el virus ha permanecido bastante homogéneo", dijo.
De este modo, la transmisión de gripe se mantiene estable en las partes tropicales de América y Asia, "con una alta actividad de enfermedades respiratoria" en Colombia, Cuba y El Salvador. Por su parte, en el hemisferio austral las infecciones de gripe han disminuido con el final de la estación de invierno, según la OMS.