BRUSELAS, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, reiteró hoy que España actuó con "proporcionalidad" en la compra de vacunas contra la gripe A y por ello ahorrará 170 millones de euros al haber podido cancelar más de la mitad de las dosis contratadas a las farmacéuticas. Jiménez insistió en que las vacunas sobrantes no se venderán sino que se aprovecharán probablemente para el año que viene.
"En España no nos hemos planteado en ningún momento la venta", explicó Jiménez en declaraciones a la prensa durante una visita a Bruselas para preparar la presidencia española. "Todavía queremos mantener las vacunas. Son pocas ya las que quedan, pero las queremos mantener para poder hacer frente eventualmente a cualquier escenario que se pueda presentar y sobre todo teniendo en cuenta que es muy probable que el virus circulante el próximo año sea el virus de la gripe A y, por tanto, pueda servir incluso la misma vacuna de este año para el año próximo", dijo.
La ministra de Sanidad explicó que el contrato firmado con las farmacéuticas permitía a España devolver parte de las vacunas que se habían reservado si no se necesitaban. "Finalmente, de los 37 millones de dosis que habíamos reservado y contratado solamente nos han servido 13 millones de dosis. Nueve han ido a las comunidades autónomas para que pudieran atender a la población que estaba definida como grupo de riesgo. El restante quedó en poder de la reserva estratégica del Estado para poder atender a cualquier eventualidad", señaló.
"Esto ha supuesto un ahorro de alrededor de 170 millones de euros sobre lo que inicialmente habíamos presupuestado", resaltó Jiménez. "En España compramos vacunas para los mismos grupos de riesgo que estaban definidos en la gripe estacional, ni más ni menos. Y tomamos las mismas medidas necesarias que había que adoptar para hacer frente a picos altos de contagio en los centros sanitarios", prosiguió la ministra.
"Creo que en España actuamos con mucha responsabilidad, con previsión y con proporcionalidad a la situación", insistió.
La ministra de Sanidad afirmó que la presidencia española colaborará con la investigación que pretende realizar el Consejo de Europa sobre si las alertas lanzadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la gripe A fueron exageradas y sobre si hubo presiones de las empresas farmacéuticas para forzar a los países a adquirir vacunas.
No obstante, dejó claro que "el virus existía, el virus estaba provocando fallecimientos, un alto índice de contagio entre la población, existía una enorme preocupación porque no sabíamos como se iba a comportar el virus y por tanto nuestra obligación como autoridades sanitarias era tomar todas las medidas necesarias para hacer frente a cualquier escenario".
"En parte, el virus no ha afectado de una manera tan agresiva y tan grave a la población porque hemos tomado medidas de prevención y hemos podido reaccionar con mucha antelación", señaló. A su juicio, "todavía es pronto" para determinar si hubo una alarma excesiva.