PARÍS, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades sanitarias francesas se preparan para una fuerte explosión de la epidemia de gripe A el próximo otoño que podría afectar a entre el 25% y el 50% de la población, según los expertos. Para hacer frente a este escenario, la ministra de Salud, Roselyne Bachelot, anunció que a partir de ahora los médicos generalistas serán los principales responsables del dispositivo puesto en marcha para hacer frente a la pandemia.
"La hipótesis más plausible es que llegue una segunda oleada en otoño con un gran número de casos debido a la fuerte capacidad de contagio del H1N1", indica a 'Le Figaro' el jefe del servicio de microbiología del Hospital Necker de París, el doctor Patrick Berche. En este caso, la epidemia "será difícil de controlar durante ocho a diez semanas, periodo en el que habrá que contemplar probablemente medidas de aislamiento colectivo", agrega.
Aunque los virus gripales son imprevisibles y pueden darse otros escenarios, como la extinción de la epidemia o una pandemia grave con un virus más virulento, lo más probable es que tras el verano se produzca una explosión epidémica. De momento, en Francia se han registrado casi de 200 casos y, aunque el virus es más benigno de lo previsto, algunas de sus características generan inquietud.
Por un lado, el número de enfermos potenciales es alto debido a que se trata de un virus nuevo contra el cual la población no está protegida desde el punto de vista inmunitario. Además, aunque el porcentaje de fallecimientos es bajo, si se aplica a una población elevada, las muertes serán muchas. Por ejemplo, si se ven afectadas 20 millones de personas y la tasa de mortalidad es del 2 por mil, los muertos serán 40.000.
Por otro lado, la gripe afecta habitualmente a la gente mayor pero los médicos tienen la sensación de que la nueva gripe está provocando más muertes en la franja de edad 20-30, a pesar de que de momento no se disponen de estadísticas.
Para hacer frente a esta amenaza, la ministra francesa de Salud, Roselyne Bachelot, anunció ayer que a partir de ahora serán los médicos generalistas los que se ocupen de los pacientes afectados por la gripe A. "La progresión de la pandemia y el aumento en el número de casos nos obligarán seguramente a extender a lo largo del verano la atención de los pacientes en los ambulatorios", dijo durante la apertura del tercer Congreso de Medicina General en Niza.