Sólo hay consenso sobre la necesidad de vacunar a embarazadas, enfermos crónicos y personal sanitario
BRUSELAS, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los países del G-7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) y México no tienen una posición común sobre los grupos de riesgo que deben ser vacunados de manera prioritaria contra la gripe A/H1N1, según se puso de relieve en la reunión que celebraron hoy en Bruselas sus ministros de Sanidad para analizar la evolución de la enfermedad y las medidas para combatirla. Todos están de acuerdo en vacunar a embarazadas, enfermos crónicos y personal sanitario, pero algunos países, como Estados Unidos, quieren extender la vacunación también a los niños.
En el encuentro, convocado por la Comisión Europea, participó también la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, así como un representante de la presidencia sueca en tanto que miembros de la delegación de la UE. Asistieron además representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los ministros coincidieron en la necesidad de mantenerse "alerta frente a la propagación global del virus, particularmente durante el próximo otoño e invierno en el hemisferio norte", según el comunicado hecho público al término de la reunión. "Basándonos en la información del hemisferio sur, estamos convencidos de que debemos continuar nuestros esfuerzos coordinados para prepararnos más con el objetivo de responder a la pandemia", dijo la comisaria de Sanidad, Androulla Vassiliou.
"Aunque el virus ha permanecido estable, también se ha convertido en el virus de gripe dominante", apuntó Vassiliou.
Durante la reunión se habló del desarrollo de la vacuna contra el nuevo virus y también de las estrategias de vacunación. Los países presentes se comprometieron a compartir información sobre los ensayos clínicos, las autorizaciones y los grupos de riesgo, pero no pactaron ninguna postura común sobre estos últimos.
La comisaria de Sanidad admitió que durante la reunión se discutieron "las diferencias entre los países por lo que se refiere a los grupos de riesgo". Pero les restó importancia argumentando que están justificadas por "diferencias en culturas, demografía o en la gravedad de la enfermedad", que deben ser tenidas en cuenta por los Gobiernos. "Es útil pactar algunas cosas, pero en otras estamos de acuerdo en que habrá diferencias", apuntó.
No obstante, Vassiliou resaltó que "hay grupos prioritarios en los que todos estamos de acuerdo": mujeres embarazadas, enfermos crónicos y profesionales sanitarios. "Hay otras categorías de personas sobre las que cada Estado tienen un punto de vista diferente, en algunos están de acuerdo y otros no. Pero en estos tres la decisión unánime es que deben ser grupos prioritarios", resaltó la responsable de Sanidad.
También la ministra de Sanidad española resaltó que hay acuerdo en la UE y a nivel internacional sobre la necesidad de vacunar de manera prioritaria al personal sanitario, las mujeres embarazadas y los enfermos crónicos. "Esos sí que son comunes y esos son los que hemos adoptado en el caso de España", dijo.
Admitió que además hay algunos países que plantean "grupos de riesgo adicionales" -por ejemplo, Estados Unidos incluye a los niños- pero dejó claro que "no hay una posición común sobre ello" y que se espera a recibir una "mayor información" antes de ampliar la lista.
En todo caso, la ministra de Sanidad reiteró que España está abierta a ampliar la lista de grupos de riesgo si así lo recomiendan los informes científicos. "No excluimos que, a medida que se vaya conociendo mejor la epidemia, que nos hagan recomendaciones desde los comités científicos y vayamos avanzando en la estrategia común de la UE, podamos incluir esas recomendaciones y no excluimos ampliar esos grupos de vacunación", dijo Jiménez.
Insistió además en la necesidad de seguir adelante con la campaña de vacunación de la gripe estacional, ya que, a diferencia de lo sucedido en el hemisferio sur, donde la gripe A/H1N1 ha desplazado a la gripe estacional, en España los casos de nueva gripe constituyen todavía entre el 5% y el 20% del total. "Por eso hemos decidido mantener la vacuna contra la gripe estacional, porque es una gripe que permanece entre nosotros, también nos preocupa y provoca consecuencias muy importantes", subrayó.
Los países del G-7 resaltaron la necesidad de dar una información adecuada a la población sobre los riesgos de la pandemia y reiteraron que "las medidas restrictivas, como el cierre general de fronteras, no previenen la extensión del virus y podría agravar las consecuencias económicas y sociales de una pandemia".