MADRID, 4 Mar. (INFOSALUS) -
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus y entre sus características más importantes está su elevada capacidad de transmisión de una persona a otra. Cada año, cuando llega el invierno se convierte en un importante problema de salud, tanto por la mortalidad que puede provocar directa o indirectamente, como por las complicaciones que puede ocasionar y los costes económicos y sociales que origina.
La enfermedad como la gripe puede ser causada por muchos agentes patógenos, por lo que es difícil evaluar la frecuencia de personas que están infectadas con la gripe. No obstante, la proporción de población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y 15 por ciento en poblaciones grandes, y es superior al 50 por ciento en grupos de población cerrados como internados escolares o asilos.
Siempre que pensamos en la gripe, pensamos en que un alta infección en la población, sin embargo una investigación demuestra que los adultos mayores de 30 años sólo cogen la gripe dos veces cada década.
Según concluye un nuevo estudio, que se publica 'Plos Biology', el sistema inmunológico responde a los virus de la gripe mediante la producción de anticuerpos que atacan específicamente las proteínas en la superficie del virus. Estas proteínas pueden cambiar a medida que el virus evoluciona, pero mantenemos los anticuerpos en la sangre que recuerdan las cepas con las que hemos tenido contacto antes.
Los investigadores de este trabajo analizaron muestras de sangre de voluntarios en el sur de China, mirando los niveles de anticuerpos contra nueve cepas diferentes de la gripe que circularon entre 1968 y 2009. Así, vieron que mientras los niños se contagian de gripe en promedio cada dos años, las infecciones de gripe se vuelven menos frecuentes a medida que transcurre la infancia y las personas avanzan hacia la edad adulta temprana.
Desde la edad de 30 años en adelante, las infecciones de gripe tienden a producirse a un ritmo constante de alrededor de dos por década. "Hay un gran debate sobre con qué frecuencia la gente contrae la gripe en comparación con enfermedades similares que son causadas por otro patógeno. Esos síntomas a veces puede ser provocados por virus del resfriado común, como rinovirus o coronavirus", afirma Adam Kucharski, que trabajó en el estudio en el Imperial College de Londres, en Reino Unido.
Este experto, que ahora está en la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, en Reino Unido, señala que algunas personas podrían no darse cuenta de que tienen la gripe, pero la infección se ve cuando se analiza posteriormente una muestra de sangre. "Es la primera vez que se reconstruye la historia de infección de un grupo a partir de muestras de sangre actuales", afirma.
"En el caso de los adultos, se vio que la infección gripal en realidad es mucho menos común de lo que algunas personas piensan. En la infancia y la adolescencia, es mucho más común, posiblemente porque nos mezclamos más con otras personas. La frecuencia exacta de la infección varía en función de los niveles de antecedentes de la gripe y la vacunación", argumenta el doctor Steven Riley, autor principal del estudio, del 'Medical Research Council Centre for Outbreak Analysis and Modelling at Imperial', en Reino Unido.
UN MODELO MATEMÁTICO DE LA INMUNIDAD
Además de estimar la frecuencia de infección de la gripe, los investigadores, de Reino Unido, Estados Unidos y China, desarrollaron un modelo matemático de cómo cambia nuestra inmunidad a la gripe durante toda la vida a medida que nos encontramos con diferentes cepas del virus. El modelo apoya la evidencia de otros estudios de que las cepas del virus de la gripe con las que nos topamos al principio de la vida evocan respuestas inmunes más fuertes que las de aquellas con las que nos encontramos más tarde.
Los resultados ayudarán a entender cómo la inmunidad de la población afecta a la evolución de los virus de la gripe y, potencialmente, a hacer predicciones sobre cómo el virus cambiará en el futuro. También podrían ayudar a los científicos a considerar cómo la inmunidad a las cepas históricas influirá en la forma en la que funcionan las vacunas y cómo será su eficacia.
"Lo que hemos hecho en este estudio es analizar cómo la inmunidad de una persona se acumula durante toda la vida por las infecciones de la gripe. Esta información nos ayuda a entender la susceptibilidad de la población en su conjunto y lo fácil que es para las cepas de la nueva temporada difundirse a través de la población", concluye Kucharski.