MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista Greenpeace ha asegurado este lunes que "no se puede descartar" que las instalaciones nucleares afecten a la salud de las personas que vivan en estos entornos por el hecho de que el informe epidemiológico presentado hoy por el Consejo de Seguridad Nuclear y el Instituto de Salud Carlos III "no haya logrado establecer una relación estadísticamente significativa".
En declaraciones a Europa Press el portavoz nuclear de la ONG, Carlos Bravo, ha subrayado que el estudio reconoce ciertas "limitaciones" y que, aunque este trabajo no logre establecer una relación causa efecto, hay "otros estudios" algunos de ellos del propio Instituto de Salud Carlos III y del antiguo INSALUD que sí encontraban indicios y tasas de mortalidad por cáncer superiores a la media del país en el entorno de la plantas como la de José Cabrera (Guadalajara), Santa María de Garoña, Trillo (Guadalajara) o de la fábrica de combustible de uranio de Juzgado (Salamanca). "Cuanto más cerca, mayor relación y cuanto más elevada y más tiempo, más posibilidades de desarrollar cáncer", ha añadido.
Al mismo tiempo ha recordado que "las más viejas", como José Cabrera, Garoña, Andujar, antiguamente no tenían "ningún control" y las dosis de radiación permitidas eran mayores, ahora son más bajas. "En el entorno de las centrales nucleares hay más mortalidad por cáncer de riñón, hay mayor tasa de mortalidad de cáncer de pulmón, de linfoma y de leucemia", ha insistido.
Por estos motivos, considera que "no se puede decir de forma concluyente que las instalaciones no afectan a la salud ni a las personas, por lo que hace falta seguir estudiando más y crear una masa de informes que lleven a los científicos a establecer si existe o no relación".
PUBLICACIÓN INTENCIONADA POR EL ATC
Por otro lado, Bravo opina que la publicación del estudio epidemiológico a pocas semanas de la determinación de la ubicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares de alta actividad y combustible gastado "desde luego es bastante intencionada".
Finalmente, el responsable de la campaña nuclear de Greenpeace ha apostillado que en el comité consultivo encargado del estudio del que la ONG era parte se acordó que "antes de ser publicado debía ir al Congreso de los Diputados" que es el organismo que lo había solicitado. "Todo el mundo estaba de acuerdo en que no se podía divulgar este informe antes de que las comisión de Sanidad y de Energía del Congreso de los Diputados no lo hubieran estudiado, discutido y aprobado", ha criticado.