MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado en la revista 'The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism' revela que la acumulación de grasa en los músculos de las piernas podría tener más relación con los problemas cardiometabólicos que la grasa abdominal. Por ello, el catedrático de Ciencias del Deporte en la Universidad Europea, Vicente Javier Clemente, advierte del riesgo de este tipo de grasa "silenciosa" que se encuentra dentro del músculo.
"Cuando pensamos en la grasa corporal que daña la salud, solemos imaginar la barriga que sobresale, esa grasa abdominal que siempre se ha relacionado con el riesgo de infarto, diabetes y colesterol alto. Pero hoy sabemos que hay una grasa aún más silenciosa y traicionera, la que se infiltra entre los músculos de las piernas, especialmente en los muslos", ha explicado Clemente a Europa Press.
El especialista indica que la grasa que se acumula entre los músculos "no se ve a simple vista ni se puede pellizcar, porque está dentro del músculo". "Es como si el músculo se llenara de grasa por dentro, lo que afecta a su funcionamiento, le quita fuerza, lo vuelve menos eficiente, y además genera inflamación en todo el cuerpo", añade.
En este sentido, avisa de que lo más preocupante es que esta grasa puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas: "Incluso si no tienes mucho sobrepeso o si te ves en forma" desde fuera. Es una grasa silenciosa, que no avisa, pero que actúa desde dentro".
Durante mucho tiempo, se pensó que tener algo de grasa en los muslos o el trasero no era algo malo, incluso podía ser beneficioso. "Y es cierto, pero solo cuando hablamos de grasa subcutánea, es decir, la que está justo bajo la piel, que puedes tocar o pellizcar. Esa grasa, en cierta medida, puede actuar como un "almacén seguro" que no causa demasiados problemas. Pero ahora sabemos que hay otro tipo de grasa más peligrosa que no se ve: la grasa que se infiltra entre las fibras musculares", detalla el catedrático.
PRINCIPALES RIESGOS DE TENER GRASA ENTRE LOS MÚSCULOS DE LAS PIERNAS
Clemente ha explicado los principales riesgos de tener grasa entre los músculos de las piernas. El primero de ellos es que el metabolismo se vuelve más lento y menos eficiente. "Esta grasa altera la forma en la que el músculo usa el azúcar (glucosa), lo que puede llevarte a desarrollar resistencia a la insulina y, con el tiempo, diabetes tipo 2", subraya el experto.
Además, se puede producir una inflamación crónica y silenciosa, debido a que esta grasa no es inofensiva: "Al estar dentro del músculo, libera sustancias inflamatorias que afectan a todo el cuerpo. Es como tener una pequeña chispa ardiendo constantemente dentro del sistema", agrega.
También puede producir un riesgo cardiovascular, ya que la grasa intermuscular está relacionada con un aumento en el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, incluso si los análisis de colesterol o azúcar son normales.
"Asimismo se puede dar debilidad y pérdida de fuerza. Como esta grasa ocupa espacio dentro del músculo, lo debilita. Con el tiempo, te cuesta más moverte, hacer ejercicio, subir escaleras o mantenerte activo, lo que a su vez empeora aún más la situación", ha manifestado el especialista.
QUÉ ZONAS DEL CUERPO ACUMULAN GRASA MÁS PELIGROSA PARA LA SALUD
Clemente ha matizado que las dos zonas más peligrosas para acumular grasa en el cuerpo son el abdomen profundo y dentro del músculo. En el caso del abdomen, se trata de grasa visceral que está entre los órganos internos y no se puede pellizcar. Está muy relacionada con el riesgo de infarto, diabetes, presión alta y colesterol.
Por su parte, la de dentro del músculo, especialmente en las piernas, es menos conocida, pero igual o incluso más peligrosa. No se ve, pero afecta el metabolismo, la fuerza y la salud cardiovascular.
"En cambio, la grasa que se acumula debajo de la piel, en zonas como brazos, glúteos o caderas, suele ser menos peligrosa si no va acompañada de estas otras más profundas", ha detallado el experto.
NUEVAS ESTRATEGIAS
Los autores del estudio resaltan que los nuevos datos abren la puerta a nuevas estrategias de evaluación y tratamiento más precisas y personalizadas. En este sentido, Clemente ha indicado que este hallazgo está cambiando la forma en la que se entiende la salud y el riesgo de enfermedad.
"Ya no basta con mirar si una persona está delgada o si pesa mucho. Ahora es importante saber dónde está acumulando su grasa y cómo está funcionando su músculo por dentro", apunta.
Esto abre nuevas formas de prevenir y tratar enfermedades: "Podemos usar nuevas técnicas para ver la grasa dentro del músculo, no solo en el abdomen. Además, se pueden diseñar programas de ejercicio y alimentación más específicos, no solo para perder peso, sino para reducir esa grasa oculta. También nos permite detectar a tiempo a personas que parecen estar sanas por fuera, pero por dentro están en riesgo", ha finalizado el experto.
El estudio, publicado 'The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism', ha sido llevado a cabo por el grupo de investigación Biomarcadores de Enfermedades Metabólicas y Óseas del ibs.GRANADA liderado por los doctores Manuel Muñoz y Jonatan R Ruiz junto con el CIBER de obesidad (CIBEROBN) y el CIBER de Fragilidad y envejecimiento saludable (CIBERFES) en colaboración con el Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS), el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.