MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recomienda a las personas de más de 75 años que se protejan adecuadamente del frío ante la llegada del invierno porque, según aseguran, son los más susceptibles a sufrir problemas porque "con el envejecimiento se alteran los mecanismos de termorregulación".
Según explica el doctor Domingo Ruiz Hidalgo, médico geriatra y vocal de la SEGG, con la llegada del frío las personas de esta edad "generan menos calor y tienen mayor facilidad para perderlo" puesto que los vasos de la piel no se "cierran" adecuadamente en respuesta a las bajas temperaturas.
A estas edades el frío empeora sustancialmente "todos los problemas relacionados con el sistema circulatorio (angina de pecho, circulación en piernas o ictus) y con el sistema respiratorio, por el aumento de las infecciones respiratorias", continúa.
Además, también favorece que las plaquetas se agreguen y que la sangre pueda circular "más espesa", lo que hace que aumente, a su vez, la aparición de infarto de miocardio o de infarto cerebral.
Pero uno de los problemas más graves que provocan las bajas temperaturas y que puede conducir a la muerte es la hipotermia, de ahí que el doctor Ruiz Hidalgo insista en estar alerta "en toda persona mayor que tenga la piel fría y esté más lento, tanto física como mentalmente".
La hipotermia leve se inicia con "atontamiento" mental, cansancio y puede acompañarse de escalofríos (sirven para generar calor), pero si la temperatura baja mucho más se entra en estado de coma (no se reacciona a ningún estímulo) y aparecen problemas cardiacos que conducen a la muerte, agrega Ruiz Hidalgo.
Para evitar todas estas dolencias, proponen realizar una dieta que favorezca la producción de energía calorífica, aumentando la ingesta de carbohidratos (arroz, pasta, legumbres) sin olvidar los alimentos con elevado contenido proteico (carnes y pescado azul) y los líquidos (agua, infusiones, zumos).
Del mismo modo, proponen que a estas edades se mantenga la actividad física en la medida de lo posible, no sólo porque favorece el bienestar en general, sino porque de esta forma se genera calor.