MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) han analizado el genoma de la bacteria de la lepra, la 'Mycobacterium leprae', para saber más sobre el origen de la enfermedad y de su resistencia a muchos medicamentos.
Esta enfermedad infecciosa presenta unos síntomas muy invalidantes y, pese a la existencia de tratamientos disponibles, todavía persiste en muchos países, con más de 200.000 nuevos casos cada año. Además, están apareciendo cepas resistentes a los medicamentos convencionales.
Y aunque los científicos necesitan comprender mejor la biología de esta bacteria, y de forma específica cómo interactúa con su huésped y resiste a los antibióticos, su estudio es muy complejo ya que no se puede cultivar en laboratorio.
En este caso, su trabajo se centró en el aislamiento, secuenciación y análisis del genoma de 154 cepas de 'M. leprae' de todo el mundo, identificando varios genes asociados con la resistencia a los antibióticos, incluidos nuevos genes que podrían apuntar a mecanismos previamente desconocidos de resistencia a los medicamentos.
"Este es un hallazgo importante", según ha destacado uno de los autores, Stewart Cole, ya que el mecanismo de acción de la clofazimina, uno de los principales medicamentos contra la lepra, es completamente desconocido. "Y ahora tenemos una nueva pista para investigar la resistencia a múltiples fármacos".
Aislar el ADN de la 'M. leprae' fue una tarea compleja, según este experto, dado que la cantidad de bacterias en las biopsias de piel es generalmente baja y varía mucho entre los pacientes.
Y después de extraerlo, los investigadores tuvieron que separar el ADN bacteriano del paciente, para lo que usaron dos técnicas: una que aumentaba el ADN de la bacteria y otra que disminuía el ADN del paciente. Tras esto, los investigadores pudieron secuenciar el genoma y compararlo con el de otras muestras.
OCHO CEPAS CON MUCHAS MUTACIONES ALEATORIAS
Los científicos también encontraron ocho cepas de 'M. leprae' cuyos genomas albergaron un número increíblemente grande de mutaciones aleatorias, acumuladas durante un período de varios años e incluso décadas. Estas ocho cepas eran todas resistentes al tratamiento con múltiples fármacos, y fueron las únicas en el estudio en las que se interrumpe un gen responsable de la reparación del ADN.
"Es una estrategia de supervivencia fascinante contra los antibióticos", explica Andrej Benjak, también autor del estudio, que explica como la interrupción de la reparación del ADN provocará una tormenta de mutaciones aleatorias, "aumentando las posibilidades de que el gen correcto mute en el lugar correcto y conduzca a la resistencia a los medicamentos".
Los investigadores también descubrieron que la lepra misma podría haberse originado en el Lejano Oriente, ya que varias cepas bacterianas del este de Asia pertenecían a los linajes ancestrales de los bacilos de la lepra.
"La gente asume naturalmente que las enfermedades humanas antiguas se originaron en África, pero para la lepra, la evidencia apunta a Eurasia", añadió Charlotte Avanzi, otra de las investigadoras.
De hecho, limitar el origen de la enfermedad facilitará la reconstrucción de su propagación, de ahí que necesiten más muestras de Asia Central y Medio Oriente, aunque admiten que "son más difíciles de conseguir por los problemas geopolíticos actuales".