Los genes no se adaptan al trabajo por turnos

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Actualizado: martes, 15 mayo 2018 8:11

   MADRID, 15 May. (EUROPA PRESS) -

   Un equipo de investigadores del Instituto Universitario de Salud Mental Douglas (DMHUI), afiliado a McGill University, en Canadá, ha descubierto que los genes que regulan procesos biológicos importantes son incapaces de adaptarse a nuevos patrones de sueño y alimentación, consecuencia de trabajar por turnos o de noche, y que la mayoría de ellos permanecen sincronizados con sus ritmos biológicos diurnos.

   Diversas investigaciones han estudiado que los turnos nocturnos de trabajo pueden, a la larga, tener un impacto en su salud. Actualmente, se sabe que la expresión de muchos de los genes varía a lo largo del día y de la noche, y sus ritmos repetitivos son importantes para la regulación de muchos procesos fisiológicos y conductuales.

   ¿Alguna vez ha considerado que los turnos nocturnos de trabajo pueden, a la larga, tener un impacto en su salud? Un equipo de investigadores del Instituto Universitario de Salud Mental Douglas (DMHUI), afiliado a McGill University, descubrió que los genes que regulan procesos biológicos importantes son incapaces de adaptarse a nuevos patrones de sueño y alimentación y que la mayoría de ellos permanecen sintonizados con sus ritmos biológicos diurnos.

   Este último estudio, publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', Laura Kervezee, Marc Cuesta, Nicolas Cermakian y Diane B. Boivin, investigadores del DMHUI, fueron capaces de mostrar el impacto que tuvo una simulación de cuatro días de trabajo nocturno en la expresión de 20.000 genes.

   "Ahora comprendemos mejor los cambios moleculares que ocurren dentro del cuerpo humano cuando las conductas de sueño y alimentación están sincronizadas con nuestro reloj biológico. Por ejemplo, descubrimos que la expresión de genes relacionados con el sistema inmune y los procesos metabólicos no se adaptaba a las nuevas conductas", ha explicado Boivin, director del Centro de Estudio y Tratamiento de Ritmos Circadianos y profesor titular en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad McGill.

   Alrededor del 20 por ciento de la población trabajadora de Canadá, Estados Unidos y Europa tiene un trabajo por turnos. "Creemos que los cambios moleculares que observamos pueden contribuir al desarrollo de problemas de salud como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares que se observan con más frecuencia en los trabajadores nocturnos a largo plazo", explica Boivin, quien considera que confirmar esta afirmación requiere de más investigaciones.

   Al observar a los participantes en el estudio, llegaron a la conclusión de que "casi el 25% de los genes rítmicos perdieron su ritmo biológico después de que los voluntarios se expusieron a la simulación de turno de noche". Además, "el 73% no se adaptó al turno de noche y permaneció sintonizado a su ritmo diurno, y menos del 3% mostró estar parcialmente adaptado a la noche horario de turnos", ha explicado el doctor Cermakian, director del Laboratorio de Cronobiología Molecular en el DMHUI y profesor titular en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad McGill.

   Para este estudio, ocho voluntarios sanos fueron sometidos a un programa de cinco días que simulaba el turno de noche. En una sala de aislamiento temporal, se les privó de cualquier luz o sonido característico de la hora del día, y no se les permitió usar sus teléfonos. El primer día los participantes durmieron durante la hora normal de acostarse. Los cuatro días siguientes tuvieron "turnos nocturnos", es decir que los voluntarios permanecieron despiertos durante la noche y durmieron durante el día.

   El primer día y después del último turno de noche, el equipo recolectó muestras de sangre en diferentes momentos durante un período de 24 horas. Laura Kervezee, becaria postdoctoral en el equipo de Boivin, midió la expresión de más de 20.000 genes usando una técnica llamada análisis transcriptómico, y evaluó cuáles de estos genes presentaban una variación en el ciclo día-noche.

   Como el estudio se realizó bajo condiciones altamente controladas en el laboratorio, las investigaciones futuras deberían ampliar estos hallazgos mediante el estudio de la expresión génica de los verdaderos trabajadores del turno de noche cuya actividad física, ingesta de alimentos y tiempo de sueño pueden diferir entre sí. Esto también podría aplicarse a otras personas que corren el riesgo de experimentar desalineación del reloj biológico, como los viajeros que cruzan zonas horarias con frecuencia.

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