MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los resultados como el dolor, la función, el rango de movimiento y la fuerza después de la artroplastia total de cadera o cirugía de reemplazo articular son diferentes para hombres y mujeres, lo que podría conducir al desarrollo de programas de rehabilitación específicos del género, según una nueva investigación que se presenta esta semana en la Reunión ACR/ARHP de 2016, que se celebra en Washington, Estados Unidos.
La artrosis es la enfermedad más común que afecta a personas de mediana edad y mayores, caracterizada por cambios degenerativos progresivos que implican el cartílago articular --el material amortiguador al final de los huesos largos-- entre otras estructuras alrededor de la articulación. A menudo, se utiliza la artroplastia total de cadera (THA, por sus siglas en inglés) para tratar a pacientes con artrosis de cadera.
Investigadores de la Universidad de Illinois (UIC), en Chicago, Estados Unidos, estudiaron a 124 individuos antes y un año después de la artroplastia total de cadera. Los sujetos tenían una edad promedio de 61 años y un índice de masa corporal promedio de 29, siendo 64 de ellos mujeres.
Los científicos analizaron la mecánica de marcha de los pacientes usando el análisis de la marcha y la fuerza de los abductores de cadera mediante pruebas musculares manuales y la función y el dolor usando la encuesta 'Harris Hip Score'.
Los investigadores buscaron relaciones estadísticas entre mejoras en el dolor y las puntuaciones de la función y mejoras en la mecánica de caminar y la fuerza muscular, analizando por separado a hombres y mujeres y comparando los resultados. Los autores querían llegar al fondo de por qué las mujeres y los hombres registran una evolución diferente después de la cirugía de reemplazo de cadera.
"En los últimos de cinco a diez años, un número creciente de estudios ha sugerido que las mujeres están en riesgo de resultados más pobres del reemplazo tota de cadera y de rodilla. Hay muchos factores en juego y la gente está abordando este problema desde muchos ángulos --dice Kharma C. Foucher, profesora asistente de Cinesiología y Nutrición de la UIC y autora principal del estudio--. Como investigadora biomecánica, quería saber si alguna de las diferencias biomecánicas entre hombres y mujeres podría entrar en juego".
DIFERENCIAS EN FACTORES BIOMECÁNICOS
Su análisis demostró que los factores biomecánicos asociados con mejoras en el dolor y la función fueron diferentes en hombres y mujeres. Las mujeres que informaron de mejor recuperación funcional (por ejemplo, capacidad para caminar sin cojera o ponerse calcetines y zapatos sin dificultad) registraron una mejoría superior de la fuerza del abductor y mejor función del abductor durante el caminar, pero no vieron estas asociaciones en los hombres, aunque algunas variables de la marcha se asociaron con el alivio del dolor.
El estudio fue un análisis secundario de los datos previamente recogidos por la doctora Foucher en la Universidad Rush en Chicago. Los resultados del estudio sugieren que adaptar la rehabilitación a cada sexo podría ayudar a los pacientes a obtener mejores resultados después de la cirugía, según señalan los autores.
"Encontramos que los cambios pre y post-operatorio en el dolor y la función tienen un impacto diferente en la fuerza de los abductores y la mecánica de la marcha en hombres y mujeres", subraya Foucher. A su juicio, el hallazgo más interesante fue que la fuerza y la función de los abductores de cadera se relacionaron con una mejoría de la función en las mujeres, pero no en los hombres.
"Es muy importante señalar que no podemos determinar la causa y el efecto con el diseño de este estudio. Sin embargo, esto es una pista de que tal vez las prioridades de rehabilitación deben ser diferentes en hombres y mujeres. Es posible centrarse más en el fortalecimiento de abductores de cadera mejorará la función en las mujeres, pero puede no ser tan crítico en los hombres. Se necesitan más estudios para establecer la causa y el efecto antes de que podamos hacer recomendaciones clínicas", afirma.
La doctora Foucher y sus colegas desean hacer estudios prospectivos de seguimiento para intentar replicar y expandir estos hallazgos para entender de manera más profunda por qué hombres y mujeres presentan diferentes resultados posquirúrgicos. "El objetivo a largo plazo es ver si podemos usar este conocimiento para ayudar a mejorar la planificación quirúrgica o la rehabilitación", plantea.