Archivo - Medicamentos, prospecto, pastillas - MIODRAG IGNJATOVIC/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Imagina tomar un medicamento para aliviar el dolor y descubrir que, semanas después, empiezas a notar molestias en tus piernas o hinchazón inexplicable. Lo que parece un simple efecto secundario puede convertirse en un rompecabezas médico que nadie sabe cómo resolver.
Muchos pacientes confían en que sus médicos identificarán la causa de cualquier síntoma, pero en ocasiones, los problemas pueden escalar sin que nadie note el origen real. Esto genera decisiones apresuradas, recetas adicionales y más preocupaciones de las que existían al inicio.
CUANDO EL REMEDIO PARECE PEOR QUE EL PROBLEMA
Los médicos pueden no reconocer los efectos secundarios comunes de medicamentos como la gabapentina, que se recetan con frecuencia para el dolor nervioso, lo que, según investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) les lleva a recetar medicamentos innecesarios que causan aún más efectos secundarios.
Este fenómeno, conocido como "cascada de prescripción", se considera cada vez más un peligro para los pacientes mayores, según se recoge en 'JAMA'.
En este caso, los gabapentinoides, que incluyen gabapentina (Neurontin) y pregabalina (Lyrica), pueden causar hinchazón en las piernas, lo que lleva a los médicos a sospechar insuficiencia cardíaca y luego recetar diuréticos que pueden causar daño renal, mareos y caídas.
Los investigadores analizaron los historiales médicos de 120 veteranos mayores, la mayoría hombres que tomaban cinco o más medicamentos a largo plazo. Todos habían tomado gabapentinoides, seguidos de diuréticos de asa, que se recetan para la acumulación de líquido, un posible síntoma de insuficiencia cardíaca.
EFECTOS SECUNDARIOS QUE NADIE RELACIONA CON TU MEDICACIÓN
"Los gabapentinoides no son opioides y quienes los recetan los asocian con un perfil de seguridad relativamente favorable", apunta el doctor Michael Steinman, profesor de Medicina en la UCSF y autor principal del estudio, señalando que estas prescripciones casi se han duplicado en una década. "Los pacientes que los toman deben consultar regularmente con su médico para evaluar si este es el mejor tratamiento para ellos y considerar otras opciones, incluyendo alternativas no farmacológicas que podrían ser más apropiadas".
Tras el tratamiento con gabapentinoides, los pacientes desarrollaron hinchazón en las piernas o los pies, pero solo 4 de los médicos de los veteranos consideraron que los medicamentos eran la causa, mientras que 69 consideraron otras causas. Estas incluían insuficiencia cardíaca y otra afección llamada estasis venosa, en la que el flujo sanguíneo anormal ejerce presión sobre las venas, lo que a veces provoca úlceras.
Aunque ninguno de los veteranos presentó estas afecciones durante el año anterior al inicio del tratamiento con gabapentinoides, solo un médico suspendió el medicamento. Cerca de 1 de cada 5 pacientes se sometió a pruebas de imagen para descartar afecciones potencialmente mortales que los médicos sospechaban que eran la causa de la hinchazón de las piernas.
LA CASCADA SILENCIOSA QUE COMPLICA LA VIDA DE LOS PACIENTES MAYORES
Todos los médicos, incluidos aquellos que sospechaban que los gabapentinoides eran la causa, recetaron diuréticos de asa, como Lasix. En dos meses, 28 pacientes presentaron síntomas que podrían deberse a los nuevos fármacos, como empeoramiento de la función renal, mareos y visión borrosa, y niveles bajos de sodio o potasio, que pueden afectar funciones corporales críticas. Seis pacientes fueron hospitalizados o evaluados en urgencias.
"Los gabapentinoides pueden recetarse en dosis innecesariamente altas o para afecciones en las que podrían no ser beneficiosos", insiste el doctor Matthew Growdon, profesor adjunto de Medicina en la UCSF y primer autor del artículo. "En estos casos, los médicos deberían considerar no recetar estos medicamentos o administrar dosis más bajas para reducir el riesgo de efectos secundarios en cascada y otros efectos secundarios".