Como futuro padre, esto puedes hacer hoy para que tus hijos tengan mejor salud mañana

Archivo - Padre e hijo. Hombres haciendo ejercicio. Deporte.
Archivo - Padre e hijo. Hombres haciendo ejercicio. Deporte. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / GROUP4 STUDIO - Archivo
Infosalus
Publicado: miércoles, 8 octubre 2025 8:03

    MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

    Lo que haces en el gimnasio no solo transforma tu cuerpo: podría tener efectos sorprendentes que se extienden más allá de tu propia salud. La ciencia está empezando a descubrir que ciertos hábitos paternos, como la actividad física regular, pueden influir de maneras inesperadas en generaciones futuras. Desde la genética hasta el desarrollo de tus hijos, los investigadores exploran cómo los comportamientos y experiencias de los padres podrían dejar una “marca invisible” en la descendencia.

    Este hallazgo abre una nueva perspectiva sobre la relación entre estilo de vida, biología y herencia, mostrando que nuestras decisiones de hoy podrían tener un impacto duradero en el mañana.

EL IMPACTO DEL EJERCICIO PATERNO EN LA PRÓXIMA GENERACIÓN

   Una nueva investigación proporciona la primera evidencia de que los microARN espermáticos actúan como portadores de información epigenética, lo que permite la transmisión intergeneracional de la capacidad de ejercicio paterno y la salud metabólica, ejerciendo así profundos efectos en el desarrollo de la descendencia, según un equipo de investigación colaborativo liderado por de la Universidad de Nanjing (China) y publicado en 'Cell Metabolism'.

   A lo largo de la historia evolutiva, la capacidad de ejercicio ha sido fundamental para la supervivencia humana, ya que nuestros ancestros dependían de un rendimiento físico sostenido para la caza, la migración y la evasión de depredadores. Sin embargo, con la llegada de la sociedad moderna, el estilo de vida humano ha experimentado cambios drásticos.

El sedentarismo y la inactividad física se han convertido en la norma, haciendo que el ejercicio parezca menos esencial para la supervivencia. Sin embargo, un creciente número de investigaciones revela que los beneficios biológicos del ejercicio siguen influyendo profundamente en la salud humana.

El ejercicio no solo mejora la condición física y los perfiles metabólicos individuales (reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas), sino que también ejerce efectos más profundos en las características fisiológicas y metabólicas de las generaciones futuras. No obstante, los mecanismos a través de los cuales el ejercicio paterno influye en los fenotipos de la descendencia siguen siendo poco conocidos.

MICROARN ESPERMÁTICOS: LOS MENSAJEROS DE LA HERENCIA INTERGENERACIONAL

   En este estudio, los autores demuestran que las crías de padres entrenados exhiben adaptabilidad intrínseca al ejercicio y mejores parámetros metabólicos en comparación con las de padres sedentarios. De igual manera, las crías de ratones transgénicos con sobreexpresión muscular específica del coactivador-1a del receptor activado por el proliferador de peroxisomas (PGC-1a), un potenciador clave de la función mitocondrial, también muestran una mejor resistencia y rasgos metabólicos, incluso en ausencia del transgén PGC-1a heredado. Cabe destacar que la inyección de ARN pequeños de espermatozoides de padres entrenados en cigotos normales reproduce fenotipos de personas entrenadas en ejercicio en las crías a nivel conductual, metabólico y molecular.

    Mecanísticamente, tanto el entrenamiento físico como la sobreexpresión muscular de PGC-1a remodelan el perfil de microARN espermático, lo que suprime directamente el correpresor del receptor nuclear 1 (NCoR1), un antagonista funcional de PGC-1a, en embriones tempranos, reprogramando así las redes transcripcionales para promover la biogénesis mitocondrial y el metabolismo oxidativo.

    En general, este estudio establece un papel causal del PGC-1a paterno, los microARN espermáticos y el NCoR1 embrionario en la mediación de la transmisión de fenotipos y adaptaciones metabólicas inducidas por el ejercicio a la descendencia.

   Más en concreto, los hallazgos desvelaron que, tras la fecundación, los microARN de los espermatozoides actúan sobre el NCoR1 en embriones tempranos, restableciendo las redes reguladoras de genes y reprogramando el desarrollo embrionario.

PGC-1A, NCOR1 Y LA BIOLOGÍA DEL EJERCICIO HEREDADO

Esto inicia un "efecto mariposa" que, en última instancia, reconfigura los fenotipos de la descendencia. En este contexto, la PGC-1a paterna, los microARN de los espermatozoides y el NCoR1 embrionario forman una vía molecular coherente a través de la cual la resistencia y la adaptación metabólica inducidas por el ejercicio se transmiten a la siguiente generación mediante un eje regulador intergeneracional.

   Por otra parte, se demostró que los microARN se reconocen como moléculas de señalización móviles que median la comunicación entre células, tejidos e incluso entre especies. Este estudio revela que los microARN espermáticos también facilitan la comunicación intergeneracional. Estos hallazgos amplían la comprensión de las funciones de los microARN y sugieren que las experiencias vitales y las exposiciones ambientales pueden codificarse en los microARN espermáticos como información epigenética, lo que facilita la comunicación intergeneracional

   De esta forma, cabe tener en cuenta que en una época donde la inactividad física y los estilos de vida sedentarios se asocian con un mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas, este estudio demuestra que el ejercicio paterno puede mejorar la homeostasis de la glucosa en la descendencia al promover su absorción en el músculo esquelético.

    Estos resultados subrayan la importancia del ejercicio paterno antes de la concepción, ofreciendo una estrategia racional y rentable para mejorar la salud de las generaciones futuras y ayudar a romper el ciclo intergeneracional de obesidad y enfermedades crónicas.

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