Señala que la normativa española permite unos límites de emisión 4.000 veces superior a las recomendaciones internacionales
MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Fundación para la Salud Geoambiental (www.saludgeoambiental.org) ha reclamado espacios libres de radiaciones y una legislación que se adecúe al vertiginoso desarrollo tecnológico y que proteja a la población de posibles riesgos para la salud, con motivo de la celebración, el próximo lunes, del Día Internacional del Hábitat.
De esta manera, recuerda que cada vez se vive más rodeados de contaminación electromagnética lo que se debe, en su opinión, al avance de las nuevas tecnologías, y reivindica el derecho de todos los ciudadanos a vivir en espacios libres de radiaciones naturales y artificiales.
"No nos damos cuenta del problema porque las radiaciones son invisibles, no huelen, no se perciben por los sentidos. Pero la realidad es que nosotros mismos hemos abierto las puertas de nuestros hogares a determinadas fuentes de radiaciones que pueden ser nocivas para nuestra salud", ha afirmado el vicepresidente de la fundación, Fernando Pérez.
Además, ha explicado que es cierto que las tecnologías que emiten estas radiaciones son necesarias para la comodidad de las personas, pero se utilizan, a su juicio, de forma "muy irracional" y sin preocuparse de las consecuencias que pueden tener en el organismo humano.
El organismo también señala que el Día Mundial del Hábitat es una fecha para reflexionar sobre del derecho a vivir en una vivienda digna; a la educación, a la justicia; y, sobre todo, a la posibilidad a vivir en un entorno sano. Además, subraya que en la actualidad hay muchos hogares y oficinas con una saturación de radiaciones naturales y que las operadores de telefonía ofrecen a sus clientes una nueva tecnología basada en femtocledas que, en opinión del director de la fundación, Ezequiel Cabado, los convierte en "potentes antenas de telefonía móvil".
ZONAS WIFI
En lo referido a las zonas wifi, la fundación indica que "cada vez hay más en lugares públicos: en las plazas de las ciudades, en los quioscos de prensa, incluso en autobuses". Por ello, expresa que "no sólo existe una sobreexposición a radiaciones procedentes de más y más fuentes, sino que además se somete a los niños a un riesgo innecesario". Así, Cabado recuerda que la normativa española permite unos límites de emisión 4.000 veces superior a las recomendaciones internacionales.
Por su parte, Pérez valora que es importante no caer en el alarmismo, sino ser constructivos y adoptar una actitud de precaución ante un hábitat cada vez más saturado de ondas y campos electromagnéticos. Por último, la fundación precisa que existen radiaciones de origen natural, procedentes de accidentes geofísicos del subsuelo como las fallas o las corrientes de agua, que provocan "una alteración en el campo magnético de la superficie, y además provienen del campo magnético natural terrestre".
"Las radiaciones naturales no se pueden modificar. Para evitarlas, es necesario consultar con un especialista que las detecte y colocar el mobiliario de tal manera que se esquiven los puntos afectados", ha explicado. Por último, recuerda el peligro que supone el gas radón, que "puede estar presente en grandes cantidades en el suelo de algunas localidades y que también se encuentra en algunos materiales de construcción".
La Fundación para la Salud Geoambiental (www.saludgeoambiental.org) es una organización sin ánimo de lucro, aconfesional, independiente y de inspiración tanto humanista como científica. Nace en 2010 por iniciativa privada con el objetivo de impulsar una mejora radical en la salud de las personas y de los lugares que habitan.
(EUROPA PRESS)
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