MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El equipo de investigación básica de la Fundación del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) acaba de poner en marcha un proyecto para la obtención de células madre de pacientes con distrofias hereditarias de la retina, y que es posible gracias a los conocimientos y protocolos adquiridos por los investigadores de IMO en colaboración con la Universidad de Columbia en Nueva York.
El estudio, que se lleva a cabo en el Área de Cultivos Celulares y Experimentación en Nuevas Terapias del IMO, tiene su origen en la estancia de la doctora Marina Riera, investigadora posdoctoral y miembro del Departamento de Genética de IMO, que ha estado trabajando durante cuatro meses desde el Departamento de Oftalmología (Edward S. Harkness Eye Institute) de esta universidad, con gran experiencia en el campo y avanzadas instalaciones.
El paso de Riera en Estados Unidos ha dado el primer impulso al desarrollo del último proyecto promovido por Fundación IMO, con el apoyo de Fundación Bancaria 'la Caixa', que se propone reproducir in vitro células precursoras de la retina para estudiar el impacto de las mutaciones causantes de ceguera y, en una segunda fase, tratar de revertir estas mutaciones testando nuevas terapias génicas.
El punto de partida es trabajar sobre células de la piel (fibroblastos) extraídas de biopsias de cuatro de los pacientes con distrofias de la retina incluidos en el estudio: dos con retinosis pigmentaria y dos con enfermedad de Stargart. A finales del pasado año, estos fibroblastos se transportaron desde el laboratorio de IMO Barcelona hasta el de Nueva York con el objetivo de convertirlos en células madre pluripotentes inducidas (células iPS).
"Es un proceso laborioso debido a que se trabaja con células humanas, con características ya definidas, que requieren de protocolos muy complejos y duraderos en el tiempo para 'borrarles la memoria' y dar lugar a células desdiferenciadas, todavía sin un destino predeterminado", ha explicado la doctora Riera.
El conocimiento especializado y la tecnología y equipamientos específicos del grupo de trabajo de la Universidad de Columbia han sido "claves" para lograr la obtención de las células madres. "Después de tres meses y medio de intensa dedicación, concluimos la estancia en Nueva York caracterizando las células iPS obtenidas para comprobar que presentaban las propiedades típicas de este tipo de tejido celular", ha explicado la genetista.
PRÓXIMOS PASOS
Ahora, el reto es aplicar el conocimiento adquirido a fin de poder repetir aquí el mismo proceso y conseguir células madre de los otros cuatro pacientes participantes que, actualmente, están en fase de selección, con la premisa de dar con una muestra que refleje "la gran heterogeneidad de las distrofias de la retina, incorporando diferentes patologías, genes afectados y mutaciones".
Una vez conseguidas las células iPS de los ocho pacientes, algo que está previsto completar al término de 2018, el desafío será "reprogramarlas" en células precursoras de la retina para poder crear un modelo muy aproximado del ambiente de este tejido (que no se puede regenerar de forma natural).
Los vínculos establecidos con la Universidad de Columbia también facilitarán el avance en esta fase de la investigación que, como aclara la doctora Riera, "permitirá estudiar el gen responsable de la mutación en cada caso y comprender de qué manera una variante en el ADN acaba por degenerar la retina y conducir a la pérdida de visión".