MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Española del Corazón (FEC) desarrollará desde hoy y hasta el próximo domingo actividades de prevención y talleres de participación con el objetivo de enseñar a la población a cuidar su corazón y prevenir las enfermedades cardiovasculares, con motivo de la celebración de la XXII Semana del Corazón.
Bajo el lema 'El corazón en tus manos', esta iniciativa está destinada a la divulgación de los síntomas de alarma de estas dolencias, el control de los factores de riesgo y fomentar un estilo de vida cardiosaludable. Para ello, dentro del recinto montado por la FEC se encuentra el 'cardiobus', una instalación donde los ciudadanos podrán ser sometidos a pruebas de colesterol y glucosa y obtener consejos de prevención de enfermedades como el infarto de miocardio o el ictus.
Asimismo, se pondrán en marcha talleres de formación para conocer los últimos avances en técnicas para dejar de fumar o aprender a controlar el estrés; un taller interactivo para niños sobre alimentación; actividades deportivas; y mesas redondas donde diferentes expertos expondrán la actual situación sobre las enfermedades cardiovasculares.
Doña Margarita de Borbón, en calidad de presidenta de honor de la FEC, fue la encargada de la inauguración. Por su parte, el presidente de la FEC, Eduardo de Teresa Galván, afirmó que "lo que le pase a nuestro corazón en un futuro dependerá de lo que hagamos hoy con nuestras vidas; por ello, merece la pena cuidarse".
"La mayoría de los riesgos cardiovasculares se pueden evitar", añadió la viceconsejera de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Belén Prado, quien explicó que para ello es necesario abandonar el tabaco, el alcohol, practicar regularmente ejercicio, llevar una alimentación equilibrada con poca sal, controlar los niveles de colesterol, la tensión arterial y la glucosa, prevenir la obesidad (especialmente la abdominal) y controlar el estrés.
Según datos de la FEC, alrededor de 130.000 españoles mueren cada año a causa de las enfermedades cardiovasculares, y más de 17 millones lo hacen en todo el mundo, seis veces más que las muertes provocadas por el cáncer o el sida.