MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las altas temperaturas del verano hacen más necesaria que nunca una buena hidratación, un tema muy importante en las personas mayores, ya que la sensación de sed disminuye con la edad. Por ello la Fundación Edad&Vida ha organizado la sexta edición de la 'Campaña de Hidratación Edad&Vida' que tendrá lugar durante los meses de julio y agosto y que tiene como objetivo informar y concienciar sobre la importancia de la hidratación en las personas mayores.
Con la colaboración de Coca Cola y Aquarius, se han distribuido folletos informativos con consejos de hidratación para mayores y para sus cuidadores, y se repartirán 12.000 botellas de Aquarius y Aquarius Libre sin azúcares que llegarán a más de 4.000 personas mayores en 40 centros residenciales de toda España.
Uno de los problemas en la hidratación de las personas mayores es que con la edad disminuye la sensación de sed, ya sea por dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que impiden al paciente consumir agua. Cuando una persona mayor siente sed, la deshidratación ya ha comenzado, por lo que Fundación Edad&Vida ha decidido emprender esta campaña para concienciar sobre los peligros de la deshidratación.
Los síntomas principales de la deshidratación, además de la sed, son la sequedad de mucosas y piel, la disminución de la orina, el estreñimiento y, en casos más graves, la pérdida brusca de peso, la orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.
ES ESENCIAL CONSUMIR ALIMENTOS CON ALTO CONTENIDO EN AGUA
Desde la Fundación Edad&Vida recomiendan que, para alcanzar una hidratación adecuada, las personas mayores beban diariamente entre 6 y 8 vasos de líquido y consuman alimentos con alto contenido en agua como las frutas y verduras, por ejemplo, el melón, la sandía, la naranja o el pomelo. En el caso de las bebidas, es importante consultar la información nutricional y el número de calorías para elegir la adecuada.
Aunque se deben beber los líquidos de forma gradual, es aconsejable que se consuma una mayor cantidad por la mañana y a media tarde, de forma que disminuyan las micciones nocturnas. Al levantarse es recomendable beber uno o dos vasos de agua, que ayudan a la movilidad intestinal, y consumir siempre los líquidos a una temperatura entre los 11 y los 14 grados.
Por otro lado, las bebidas con un contenido moderado de azúcares de absorción rápida y sales minerales contribuyen a asegurar una buena hidratación y los distintos sabores facilitan su consumo. Durante las comidas también se recomienda beber un vaso de agua, para facilitar la ingesta de sólidos, y siempre beber más cantidad de agua de lo normal en situaciones con calor o humedad ambiental elevados.
Desde la Fundación Edad&Vida aseguran que estos consejos se deben consultar con el médico, que ajustará unas recomendaciones específicas de hidratación en base a los problemas de deglución, los cambios de dieta o la utilización de ciertos medicamentos.