PAMPLONA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de Navarrabiomed-Fundación Miguel Servet han identificado mediante técnicas proteómicas el proceso de funcionamiento de las células mieloides supresoras (MDSC), responsables del progreso y metástasis del cáncer
El estudio, cuyos resultados aparecen publicados en la revista 'Oncotarget', permite detectar las rutas que favorecen la progresión tumoral y, además, abre vías a nuevos tratamientos oncológicos.
María Gato, primera firmante del artículo e investigadora predoctoral del grupo de Inmunomodulación, ha explicado que estas células MDSC suponen un obstáculo en la lucha contra el cáncer, ya que son producidas principalmente por el tumor y se encargan de inhibir el sistema inmunitario. Todo ello hace que el tumor progrese y pueda metastatizar más fácilmente.
Por tanto, la información generada en esta investigación, conocimiento del proteoma de estas células y el descubrimiento de nuevas rutas implicadas en la actuación de las MDSC, supone "un empuje significativo para el desarrollo de nuevas estrategias de tratamiento anticancerígeno".
De hecho, y como continuación a este trabajo y a otras investigaciones del equipo de Navarrabiomed, ya está en curso un proyecto sobre nuevos tratamientos de tumores basados, en una primera fase, en experimentación animal, a la que seguirá una fase de validación de resultados mediante investigaciones realizadas in vitro en células humanas.
El trabajo ha sido coordinado por los doctores Enrique Santamaría, Joaquín Fernández, Grazyna Kochan y David Escors, investigadores principales de la Unidad de Proteómica, Plataforma de producción y purificación de proteínas y del Grupo de Inmunomodulación de Navarrabiomed.
Además, cuenta con la participación de investigadores de Epigenética del cáncer de Navarrabiomed y de investigadores del Grupo de Inmunología de hepatitis virales del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA). Todos los grupos citados están integrados a su vez en el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA).
Ha sido financiado por la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer y un proyecto de investigación en salud (FIS) del Instituto de Salud Carlos III.