MADRID 3 May. (EUROPA PRESS) -
La alopregnanolona (ALLO), una hormona producida por la placenta al final del embarazo, es un neuroesteroide tan potente que interrumpir su suministro constante al feto en desarrollo puede dejarlo vulnerable a lesiones cerebrales asociadas con el trastorno del espectro autista (TEA), según una investigación de 'Children's National Health System', en Washington, Estados Unidos, presentada durante la Reunión Anual de Sociedades Académicas Pediátricas de 2019.
Para tratar de manera más efectiva a los bebés vulnerables, el equipo de investigación de 'Children's' tuvo que desentrañar qué es lo que no funciona en la cuidadosa coreografía del embarazo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), aproximadamente uno de cada diez bebés nace prematuro, antes de las 37 semanas de gestación. El nacimiento prematuro es un factor de riesgo importante para TEA.
La placenta es un órgano esencial y poco estudiado que es compartido por el feto en desarrollo y la madre embarazada, que suministra oxígeno, glucosa y nutrientes y transporta productos de desecho. La placenta también proporciona ALLO, un derivado de la progesterona, necesario para preparar al cerebro fetal en desarrollo para la vida fuera del útero.
ALLO aumenta tarde en la gestación. Cuando los bebés nacen prematuramente, su suministro de ALLO se detiene abruptamente. Eso ocurre al mismo tiempo que el cerebelo, una región del cerebro esencial para la coordinación motora, la postura, el equilibrio y la cognición social, suele sufrir un crecimiento espectacular.
"Nuestro modelo experimental demuestra que la pérdida de ALLO placentaria altera el desarrollo del cerebelo, incluido el desarrollo de la materia blanca", dice Anna Penn, neonatóloga en las Divisiones de Neonatología y Medicina Fetal, y neurocientífica del Desarrollo en 'Children's National'.
"El desarrollo de la materia blanca del cerebelo ocurre principalmente después del nacimiento de los bebés, por lo que conectar un cambio en la función placentaria durante el embarazo con un impacto prolongado en el desarrollo posterior del cerebro es un resultado particularmente sorprendente", agrega.
ALTERACIONES A LARGO PLAZO EN LA SUSTANCIA BLANCA CEREBELOSA
El equipo de investigación creó un nuevo modelo experimental en el que el gen que codifica la enzima responsable de producir ALLO se elimina en la placenta. Compararon estos modelos preclínicos con un grupo de control y realizaron análisis de imágenes cerebrales completas y de expresión génica RNAseq para ambos grupos.
"Vimos alteraciones a largo plazo de la sustancia blanca cerebelosa en modelos experimentales masculinos, y las pruebas de comportamiento revelaron deficiencias sociales y un incremento de las conductas repetitivas, dos características distintivas de TEA", dice la autora principal del estudio, Claire-Marie Vacher. "Estos resultados específicos para hombres son paralelos al mayor riesgo de lesión cerebral y TEA que vemos en los bebés humanos que nacen prematuramente", agrega.
ALLO se une a receptores GABA específicos, que controlan la mayoría de las señales inhibitorias en el sistema nervioso. "Nuestros hallazgos brindan una nueva forma de enmarcar una función placentaria deficiente: cambios sutiles pero significativos en el útero pueden poner en movimiento los trastornos del desarrollo neurológico que los niños experimentan más adelante en la vida", agrega el doctor Penn, autor principal del estudio.
Y concluye: "Las direcciones futuras de nuestra investigación podrían incluir la identificación de nuevos objetivos en la placenta o el cerebro que podrían ser susceptibles a la suplementación hormonal, lo que abre el potencial para un tratamiento más temprano para los fetos de alto riesgo".