MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El tabaco sigue siendo una de las principales amenazas para la salud en todo el mundo. Comenzar a fumar a una edad temprana aumenta considerablemente los riesgos de desarrollar enfermedades graves como cáncer, problemas respiratorios y cardiovasculares.
Cada año, millones de jóvenes se inician en este hábito, ignorando que cuanto antes se empieza, más graves y duraderos pueden ser los efectos sobre el cuerpo.
FUMAR EN LA PUBERTAD TIENE CONSECUENCIAS
Las personas cuyos padres fumaron durante la pubertad parecen envejecer más rápido de lo esperado, según una investigación de la Universidad de Bergen (Noruega) presentada en el Congreso de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) en Ámsterdam, Países Bajos.
Los investigadores encontraron indicios de un envejecimiento biológico más rápido, en comparación con la edad cronológica, en personas cuyos padres comenzaron a fumar a los 15 años o antes. Afirman que fumar durante la pubertad puede causar daños en los espermatozoides en desarrollo de los niños, que pueden transmitirse a sus hijos.
EL IMPACTO DEL TABAQUISMO PARENTAL EN EL ENVEJECIMIENTO
Los investigadores piden mayores esfuerzos para prevenir el consumo de tabaco entre los adolescentes, no sólo para beneficiar a la generación actual sino también a las generaciones futuras. El estudio fue presentado por el doctor Juan Pablo López-Cervantes, de la Universidad de Bergen (Noruega), comenta: "Nuestro grupo de investigación ya ha demostrado que fumar durante la pubertad puede perjudicar no solo a la persona que fuma, sino también a sus futuros hijos. En este nuevo estudio, queríamos explorar si el tabaquismo parental en la pubertad también puede influir en el envejecimiento biológico de sus futuros hijos".
Los investigadores lograron esto utilizando una medida bien establecida del envejecimiento biológico conocida como relojes epigenéticos. A medida que envejecemos, se acumulan moléculas adicionales en el ADN de nuestras células. Esto no altera el código del ADN, pero sí influye en el comportamiento de nuestros genes. Estos cambios epigenéticos no solo son un signo de envejecimiento, sino que también están relacionados con enfermedades propias de la vejez, como el cáncer y la demencia.
La investigación incluyó a un grupo de 892 personas, con edades cronológicas comprendidas entre los 7 y los 50 años, y una media de 28 años, que participaron en el estudio RHINESSA y proporcionaron muestras de sangre para análisis. Se analizaron sus muestras de sangre en busca de cambios epigenéticos y, posteriormente, los investigadores aplicaron tres puntuaciones diferentes de envejecimiento biológico. También se les formuló una serie de preguntas, incluyendo si ellos o sus padres habían fumado alguna vez y a qué edad.
Los investigadores descubrieron que las personas cuyos padres comenzaron a fumar durante la pubertad tenían, en promedio, entre nueve meses y un año más que su edad cronológica. Al considerar si las personas habían fumado alguna vez, esta diferencia entre la edad biológica y la cronológica fue mayor (14 a 15 meses).
En personas cuyos padres comenzaron a fumar más tarde, los investigadores solo encontraron un pequeño aumento en la edad biológica. No encontraron un patrón claro en el envejecimiento biológico en personas cuyas madres fumaron antes del embarazo.
El doctor López-Cervantes declara: "Este envejecimiento biológico acelerado es importante, ya que se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades como el cáncer, la artritis y la demencia en investigaciones previas. Nuestros resultados sugieren que los niños que fuman durante la pubertad podrían, sin saberlo, estar perjudicando a sus hijos".
PUEDE ALTERAR EL MATERIAL EPIGENÉTICO DE SUS ESPERMATOZOIDES
"Esta investigación no explica completamente por qué fumar en la pubertad está relacionado con un envejecimiento más rápido, pero creemos que cuando los padres comienzan a fumar durante la pubertad, puede alterar el material epigenético de sus espermatozoides y que estos cambios pueden transmitirse a la siguiente generación.
Aunque esta investigación aún se encuentra en sus etapas iniciales, creemos que nuestros hallazgos son importantes para los jóvenes que fuman o consumen otros tipos de productos con nicotina. Intensificar los esfuerzos para prevenir el consumo de tabaco en la adolescencia debería ser una prioridad para los responsables políticos. Estos esfuerzos podrían beneficiar no solo a las generaciones actuales, sino también a las futuras.
Aunque las tasas de tabaquismo en adolescentes parecen estar disminuyendo, las tasas de vapeo en general están aumentando, y aún desconocemos el impacto a largo plazo del vapeo en niños y adolescentes. Esta investigación nos recuerda una vez más que debemos proteger a los niños y adolescentes de la adicción a la nicotina, el tabaquismo y el vapeo.