MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres fumadoras son cuatro veces más propensas que aquellas que no fuman de tener un aneurisma no roto en el cerebro, según una investigación publicada en línea en el 'Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry'. Y este riesgo es aún mayor, 7 veces más alto, si también tienen presión arterial alta.
Los factores de riesgo conocidos de tener un aneurisma son haber tenido otro anteriormente, historia familiar de aneurismas, padecer enfermedad renal poliquística y trastornos del tejido conectivo. Investigaciones anteriores indican que los aneurismas son más comunes en mujeres y en fumadores.
Para explorar esto más a fondo, los investigadores estudiaron a 545 mujeres de 30 a 60 años sometidas a escáneres cerebrales en cinco grandes hospitales de enseñanza e investigación en Estados Unidos y Canadá entre 2016 y 2018. Las imágenes revelaron que 152 de las 545 mujeres tenían 185 aneurismas cerebrales no rotos en total.
El aviso más común para un escáner cerebral fue dolor de cabeza persistente, un síntoma en casi dos tercios de las personas con aneurismas cerebrales (62,5%) y en casi la mitad de las personas sin (44%).
La mayoría de los aneurismas se ubicaron en la arteria carótida y de media medían entre 2 y 5 mm de diámetro.
La presión arterial alta fue más común entre las mujeres con escáneres cerebrales anormales (46% frente a 31%) al igual que el tabaquismo actual o anterior (57,5% frente a 37%).
Las mujeres con aneurismas cerebrales también tienden a ser fumadoras más intensas que aquellas con escáneres cerebrales normales, con un promedio de 20 cigarrillos al día en comparación con 12, y habían fumado durante más tiempo: 29 años frente a 20 años de media.
Cuando los dos grupos de mujeres se compararon directamente, los fumadores tenían 4 veces más probabilidades de tener la anormalidad arterial que los no fumadores. Y tenían 7 veces más probabilidades de hacerlo si también tenían presión arterial alta crónica.
En dos tercios de los casos (66%), no se administró ningún tratamiento activo aparte de la monitorización. Pero el resto fueron tratados con cirugía y otras intervenciones invasivas.
Este es un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa. Los investigadores también reconocen que su estudio se basó en el recuerdo del paciente y no tenían ninguna información sobre el riesgo de ruptura para aquellos cuyas exploraciones revelaron un aneurisma.
Pero señalan otra investigación que respalda sus hallazgos. Y sugieren que "se debe considerar la detección de aneurismas cerebrales no rotos en mujeres de entre 30 y 60 años que fuman cigarrillos".