MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Diagnosticar y tratar las fugas anastomóticas en pacientes con cáncer colorrectal supone más de 100 millones de euros anuales aproximadamente al Sistema Nacional de Salud (SNS), según un estudio coordinado por la Sección de Coloproctología del Hospital Universitari i Politécnic La Fe de Valencia.
El cáncer colorrectal, cuyo tratamiento de elección es la cirugía, será en 2023 el más frecuentemente diagnosticado en España, con 42.721 nuevos casos, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
El tratamiento de elección suele ser la cirugía, y una de las complicaciones más frecuentes, con gran impacto médico y económico, es la fuga anastomótica.
Las fugas anastomóticas, provocadas por la falta de cicatrización completa cuando se unen dos porciones de intestino, con la consecuente salida de material intestinal a la cavidad abdominal, son una complicación temida y frecuente de la cirugía del cáncer colorrectal que supone un gran impacto clínico sobre el paciente, y también para el sistema sanitario.
Este estudio, realizado por un grupo de expertos en Coloproctología de diferentes centros de referencia nacional con el apoyo de Medtronic Ibérica, ha analizado el coste del aumento en el consumo de recursos sanitarios derivados del diagnóstico y tratamiento de los pacientes de carcinoma colorrectal y con fuga anastomótica, en comparación con los pacientes que no sufren esta complicación.
De sus resultados se extrae que el promedio del coste extra anual es de 38.819 euros por paciente con cáncer de colon y de 32.599 euros en el paciente con cáncer de recto, siendo la estancia hospitalaria el factor de mayor peso.
"Estas conclusiones son de gran importancia para que cirujanos y gestores sanitarios incluyan las fugas anastomóticas en las auditorías internas que validen el buen hacer en los servicios o unidades de cirugía colorrectal, y para que se dediquen más recursos tanto a la formación de los cirujanos como al desarrollo de nuevas técnicas, soluciones y tecnologías que permitan disminuir la incidencia de este problema y supongan un beneficio directo para los pacientes", ha comentado Blas Flor-Lorente, coordinador del estudio y jefe de Sección de Coloproctología del Hospital Universitari i Politecnic La Fe de Valencia, jefe de Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud de Valencia, y coordinador de la Sección de Coloproctología de la Asociación Española de Cirujanos (AEC).
Además del coste físico y psicológico que supone para el paciente, el impacto económico incremental que supone la aparición de la fuga anastomótica en pacientes con resección y anastomosis a causa de un cáncer colorrectal supone, incluso en la forma más leve, un aumento muy considerable del gasto sanitario.
"El paciente es el que se lleva la peor parte y, por ello, es en él en quién tenemos que pensar de forma fundamental. Pero siempre es bueno tener una visión global del problema: los recursos sanitarios no son infinitos y debemos mejorar en todo aquello que podamos para disminuir esas complicaciones", ha detallado Flor-Lorente.