El frío y la piel: Cuándo es un aliado de la piel y cuándo hay que protegerla

Archivo - Mujer protegiendo sus manos del frío con crema hidratante.
Archivo - Mujer protegiendo sus manos del frío con crema hidratante. - ANTONIOGUILLEM/ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 27 febrero 2024 8:30

MADRID, 27 Feb. (EDIZIONES) -

El frío tiene propiedades que pueden ser beneficiosas para piel. Sin embargo, éste siempre debe aplicarse sobre la piel de manera controlada, es decir, exponer el rostro al frío de la calle en invierno perjudicará la piel y no la beneficiará en ninguna medida.

"Al igual que en los labios, el frío, el viento y los cambios bruscos de temperatura afectan negativamente a la piel del rostro. La piel se deshidrata, porque el ambiente es más seco, afectando, además, a patologías previas como pueden ser la rosácea y la dermatitis atópica, que pueden verse exacerbadas. Las pieles maduras, que son más finas, también pueden verse afectadas en mayor medida", afirma en una entrevista con Infosalus la doctora Concetta D'Alessandro, médico del equipo de Dermatología del Instituto de Dermatología Integral de Madrid durante una entrevista para Infosalus.

De esta manera, dice esta experta que la deshidratación daña la barrera protectora de la piel de la cara (hidrolipídica), haciendo que se vea más débil de forma que puedan aparecer irritaciones, sequedad e, incluso, se pueda descamar.

En cambio, tal y como detalla, el frío sí puede sernos útil para el cuidado de la piel ya que se pueden meter los cosméticos en el frigorífico, utilizar máscaras de gel que se congelan y se aplican directamente sobre el rostro, utilizar rodillos fríos, o bien recurrir a tratamientos como la crioterapia, que debe ser realizada siempre en un centro especializado.

¿POR QUÉ SE SECAN LOS LABIOS CON EL FRÍO?

En el caso concreto de los labios, puesto que es súper frecuente que se nos 'estropeen' con el frío, esta dermatóloga de IDEI señala que esto es debido al ambiente más seco que hay en invierno, sumado a que en esta temporada el viento es más fuerte y frío. "Todo ello consigue que los labios se sequen y se agrieten más que en cualquier otra época del año", agrega.

Por otra parte, argumenta que los labios son una zona del cuerpo que no tienen glándulas sebáceas (cuidan de la barrera hidrolipídica que protege la piel), por lo que las agresiones externas del invierno hacen que estos se sequen e, incluso, se despellejen y sangren.

¿QUÉ HACER ANTE UNOS LABIOS SECOS POR EL FRÍO?

Al estar ante un ambiente seco es fundamental la hidratación, insiste Concetta D'Alessandro. Indidca que se pueden aplicar bálsamos con principios activos emolientes (aumentan la hidratación), como el aceite de coco (rico en vitamina E y reduce la formación de radicales libres), de oliva o de ricino; así como los que tienen propiedades calmantes e hidratantes, entre las que encontramos la manteca de karité y el aloe vera (con gran poder de regeneración).

A su juicio, es ideal también el utilizar bálsamos antisépticos y antibacterianos, como los que tienen aceite de caléndula. "Además, aquellos que tienen entre sus ingredientes el ácido hialurónico son beneficios, ya que ayudan a retener el agua que tiene de manera natural tanto la piel de los labios, como la del resto del cuerpo. Estos es mejor utilizarlos por la noche, momento en el que el proceso de regeneración de la piel está activo", apunta.

Y, por supuesto, según defiende la médico del equipo de Dermatología del Instituto de Dermatología Integral de Madrid, en el caso de que los labios estén descamados, no se deben tocar, ni tampoco tirar de la piel, ya que pueden producirse grietas e infecciones.

PREVENIR LOS DAÑOS EN LOS LABIOS EN INVIERNO

Así con todo, insiste en que la hidratación es básica, tanto a nivel interno (ingiriendo líquidos, preferiblemente agua), como a nivel externo. Sostiene que deben utilizarse bálsamos labiales (el formato barra es muy cómodo), con agentes hidratantes, y que eviten que se dañe la barrera hidrolipídica de la piel.

"Es muy importante que tengan también un fotoprotector solar alto, ya que la radiación ultravioleta daña los labios, haciendo incluso que se puedan quemar. Otro consejo muy sencillo de aplicar es evitar mojarnos los labios cuando notemos que se van secando. Cambiando este gesto (muchas veces inconsciente) por la aplicación del bálsamo que llevemos encima (es recomendable llevar uno siempre encima, tanto en invierno como en verano)", agrega la dermatóloga.

TRATAR LOS DAÑOS EN LA PIEL DEL ROSTRO POR EL FRÍO

En el caso concreto de la piel del rostro, esta doctora defiende que la higiene es fundamental a la hora de tratar los daños producidos por el frío, y ésta debe hacerse con productos que no sean agresivos, ya que el frío debilita la barrera hidrolipídica: "Es recomendable utilizar jabones sin jabón, los denominados 'syndet', y secar la cara dando golpecitos, ya que si frotamos la toalla puede empeorar el problema. Ésta debe hacerse por la mañana y por la noche".

Asimismo, menciona que pueden emplearse cremas o serúms ricos en ácido hialurónico, que consiguen atrapar el agua que tiene naturalmente la piel. Al mismo tiempo, cita que la niacinamida también es un excelente aliado, ya que ayuda a restablecer la barrera protectora dañada, e impide que la humedad abandone la piel, mejorando así la hidratación. "Otro principio activo que trata los daños producidos por el frío es el escualano, dado que mantiene la hidratación y actúa a la vez como emoliente y antioxidante", apunta.

El fotoprotector debe estar siempre presente en la rutina de cuidados, ya que no sólo previene los daños en la piel del rostro, a la vez que la protege haciendo que la recuperación sea más rápida, subraya la doctora Concetta D'Alessandro.

¿DEBEMOS CAMBIAR NUESTRA RUTINA DE CUIDADOS CON EL FRÍO?

En última instancia, preguntamos a la médico especialista del equipo de Dermatología del Instituto de Dermatología Integral de Madrid sobre si en invierno, con el frío intenso, conviene que cambiemos nuestra rutina de cuidados de la piel, así como los productos que empleamos en ésta.

Defiende que en invierno la rutina de cuidados debe ir enfocada a que la piel no se deshidrate, utilizando las medidas preventivas y reparadoras arriba descritas. "En verano, por su parte, la piel se deshidrata menos, pero está más expuesta a la acción agresora de la radiación ultravioleta", recuerda.

Además de los fotoprotectores que deben ser más altos en verano (aunque deben usarse durante todo el año) ve muy importante incluir productos antioxidantes que ofrecen una protección extra a la piel: "Incluir cosméticos con vitamina C, E, o ácido ferúlico, entre otros, permitirá que la piel permanezca más sana y luminosa".