MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las visitas frecuentes a los espacios verdes urbanos, como parques y jardines comunitarios, en lugar de la cantidad o las vistas de ellos desde casa, pueden estar vinculadas a un menor uso de ciertos medicamentos recetados, sugiere una investigación realizada en Finlandia y publicada en línea en la revista 'Occupational & Environmental Medicine'.
Las asociaciones observadas entre las visitas frecuentes a espacios verdes y un menor consumo de fármacos para la depresión, la ansiedad, el insomnio, la hipertensión arterial y el asma no dependían de la posición socioeconómica.
Los investigadores partían de la creencia habitual de que la exposición a entornos naturales es buena para la salud, pero las pruebas son contradictorias, por lo que querían averiguar si la cantidad de espacios verdes y azules (masas de agua) residenciales, la frecuencia de las visitas a los espacios verdes y las vistas de los espacios verdes y azules desde el hogar podían asociarse por separado con el uso de determinados medicamentos recetados.
Eligieron los medicamentos recetados como indicadores de mala salud y, en particular, los medicamentos para la ansiedad y el insomnio, la depresión, la hipertensión y el asma, porque se utilizan para tratar problemas de salud comunes y potencialmente graves.
Se basaron en las respuestas de 16.000 residentes de Helsinki, Espoo y Vantaa, seleccionados aleatoriamente, a la Encuesta de Salud Ambiental de la Región Capital de Helsinki en 2015-16. Estas tres ciudades constituyen la mayor área urbana de Finlandia.
La encuesta recopiló información sobre cómo los habitantes de la ciudad, mayores de 25 años, experimentan los espacios verdes y azules residenciales en un radio de 1 kilómetro de su casa.
También se pidió a los encuestados que informaran sobre el uso de medicamentos recetados -medicamentos para la ansiedad, el insomnio y la depresión, conocidos colectivamente como psicotrópicos; medicamentos para la hipertensión arterial y el asma-, si procedía, durante periodos que iban desde la última semana hasta hace más de un año o nunca.
También se les preguntó con qué frecuencia pasaban tiempo o hacían ejercicio al aire libre, en espacios verdes, durante mayo y septiembre, con opciones que iban desde nunca hasta 5 o más veces por semana. Y se les preguntó si podían ver espacios verdes o azules desde alguna de las ventanas de su casa y, en caso afirmativo, con qué frecuencia disfrutaban de estas vistas, con opciones que iban de pocas veces a a menudo.
Las zonas verdes se definieron como bosques, jardines, parques, parques de castillos, cementerios, zoológicos, asociaciones de vegetación herbácea como praderas naturales y páramos, y humedales. Las zonas azules son el mar, los lagos y los ríos.
También se tuvieron en cuenta factores potencialmente influyentes, como los comportamientos saludables, la contaminación atmosférica y acústica exterior, los ingresos familiares y el nivel educativo.
El análisis final incluyó a unos 6.000 participantes que facilitaron información completa. Los resultados mostraron que la cantidad de espacios verdes y azules residenciales cercanos, o las vistas de los mismos desde el hogar, no estaban asociados con el uso de medicamentos recetados para la salud mental, el insomnio, la hipertensión arterial o el asma.
Pero sí lo estaba la frecuencia de las visitas a esos espacios verdes. En comparación con menos de una visita semanal, las visitas 3-4 veces por semana se asociaron con un 33% menos de probabilidades de usar medicamentos para la salud mental, un 36% menos de probabilidades de usar medicamentos para la presión arterial y un 26% menos de probabilidades de usar medicamentos para el asma.
Las cifras equivalentes para las visitas de al menos 5 veces por semana eran, respectivamente, un 22%, un 41% y un 24% más bajas.
Estas asociaciones observadas se debilitaron cuando se tuvo en cuenta el peso (IMC), especialmente en el caso de los medicamentos para el asma, ya que la obesidad es un factor de riesgo conocido para el asma, recuerdan los investigadores.
Los efectos de visitar espacios verdes también fueron mayores entre quienes declararon tener los ingresos familiares anuales más bajos (inferiores a 30.000 euros). Pero, en general, las asociaciones encontradas no dependían de los ingresos familiares ni del nivel educativo.
Se trata de un estudio observacional, por lo que no puede establecer causa y efecto, ni se dispone de información sobre la gravedad de la enfermedad, y un mejor estado de salud puede permitir a una persona pasar más tiempo al aire libre.
Finlandia tiene una elevada cubierta forestal, mientras que las ciudades finlandesas son relativamente verdes, lo que facilita el acceso a los espacios verdes con un mínimo esfuerzo, añaden.
Pero concluyen que "es probable que la creciente evidencia científica que respalda los beneficios para la salud de la exposición a la naturaleza aumente la oferta de espacios verdes de alta calidad en los entornos urbanos y promueva su uso activo. Esta podría ser una forma de mejorar la salud y el bienestar en las ciudades", aseguran.