MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las alteraciones adquiridas del ADN de los espermatozoides pueden originar anomalías cromosómicas en embriones, fetos y descendencia, según un estudio publicado por el director de la clínica MARGen de Granada, Jan Tesarik, en la revista científica 'European Medical Journal'.
Hasta ahora, se creía que la fragmentación del ADN espermático era una causa de infertilidad y de abortos espontáneos pero no de anomalías cromosómicas de los embriones, fetos y niños nacidos, que se atribuían a los óvulos.
Según apunta el doctor, la prevalencia de la infertilidad causada por la fragmentación del ADN espermático se sitúa entre 10 y 20 por ciento. Si se tiene en cuenta que, en el 50 por ciento de los casos de infertilidad en la pareja, el origen está en el hombre, esta fragmentación resulta "muy relevante" en el contexto de la infertilidad masculina y de la salud de la descendencia.
Las anomalías adquiridas del ADN de espermatozoides están provocadas por la rotura de una o las dos cadenas del ADN. En el primer caso, se puede corregir desde la otra cadena, mientras que las roturas de ambas cadenas son más graves.
Según el estudio, incluso los hombres fértiles tienen algunos espermatozoides con el ADN fragmentado. El porcentaje de espermatozoides afectados determina si el hombre es fértil. En casos de valores anormales, y si se identifica la causa, por ejemplo, una infección o tabaquismo, el tratamiento específico (antibióticos o abandono del cigarrillo durante unos meses) puede por sí mismo arreglar el problema, de acuerdo con los hallazgos de Tesarik.
"Es fundamental evaluar correctamente la condición de cada paciente y confrontarla con el estado de fertilidad de su pareja, ya que los óvulos de mujeres jóvenes pueden 'reparar' las partes fragmentadas del ADN del espermatozoide cuando éste se encuentra en su interior. Aunque esta capacidad de los óvulos se va perdiendo progresivamente con la edad", puntualiza el investigador.
El doctor añade que el óvulo "siempre intenta reparar" cualquier problema del ADN espermático, pero esta actividad, a veces, provoca "más daños que beneficios". "Si se produce un error en el proceso reparativo y los embriones sobreviven hasta el nacimiento, los niños pueden nacer con varias anomalías cromosómicas, tales como trisomías de los cromosomas 21 (síndrome de Down), 18 y 13, monosomía del cromosoma X en niñas nacidas (síndrome de Turner) y varios tipos de translocaciones", advierte.