MADRID 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las fracturas de cadera se producen más en otoño que en invierno y son más frecuentes tras cumplir los 70 años, según demuestran los investigadores del Grupo de Cronobiología de la Universidad de Valladolid, que han analizado la variabilidad y el ritmo de ingresos por fractura de cadera en la población de Castilla y León.
En concreto, han analizado un total de 15.000 fracturas, observando variables como el ritmo de ingreso durante cinco años; las diferencias de género; por edades; las diferencias entre el medio rural y el urbano; la causa de la fractura, la comorbilidad o la existencia de otras patologías, entre otras.
Un examen para ver si existían variables indicadoras de mayor incidencia en determinadas personas demostró que se producen más roturas de cadera en otoño. No obstante, las que más fracturas sufren en invierno son las mujeres, mientras que los hombres sufren más roturas en agosto.
Según ha explicado en declaraciones a SINC recogidas por Europa Press el catedrático de Julio Ardura, responsable de este grupo de estudio, "siempre se ha dicho que la cadera se rompe más en invierno y no es cierto, ya que se acumulan más casos desde finales de septiembre a primeros de octubre, en otoño".
Otro de los resultados obtenidos se centra en la causa de la fractura. Las que se producen por un accidente de tráfico son "muy poco significativas", frente a las que tienen su origen en el ámbito doméstico.
Por otro lado, se realizó también un estudio de las fracturas de cadera en mayores de 90 años. En este sentido, al realizar una gráfica sobre la edad de los pacientes aparece una curva exponencial desde los 70 en adelante, lo que expresa que, a partir de esta edad, "la cadera se rompe mucho más".
Ardura asegura que estos datos de Castilla y León, dadas las características de la comunidad, "son extrapolables a cualquier país continental centroeuropeo".
El Grupo de Cronobiología de la Universidad de Valladolid ha investigado en los últimos años los ritmos y la variabilidad de las fracturas de extremidad superior entera (húmero, cúbito, radio y muñeca) y de la extremidad inferior (caderas, tibia, peroné) en todos los hospitales de Castilla y León. Estos estudios, que incluyen cerca de 57.000 fracturas, centran la tesis doctoral de Francisco Ardura.