Fotoprotectores, gorros, ropa amplia y clara y mucha hidratación son algunas medidas para protegerse del sol

Día De Sol En La Playa
REUTERS
Actualizado: viernes, 24 junio 2011 12:37

VALLADOLID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

El sol es una fuente de energía que proporciona grandes beneficios, aunque también puede ocasionar graves problemas de salud si uno se expone a él sin protección. Evitar ponerse al sol en las horas centrales del día, el uso de fotoprotectores solares, gorros y sombreros, así como ropa clara que refleje el sol y una buena hidratación son algunas de las medidas para prevenir problemas en la piel a corto y a largo plazo.

"Realmente todos tenemos miedo de vivir al lado de una central nuclear por un escape radiactivo y, sin embargo, la mayor fuente de radiación a la que nos exponemos es el sol, a la radiación solar. Los efectos perjudiciales del sol pueden ser a corto plazo, como las quemaduras o eritemas solares, y a largo plazo, con el daño que se produce en el ADN de las células de la piel", según explicó a Europa Press Televisión el vocal del Colegio Oficial de Farmaceúticos de Valladolid, Rafael Martínez.

En plena temporada de verano la mayoría piensa en "ponerse moreno", sin embargo, en muchas ocasiones no se repara en los efectos nocivos que el sol puede llegar a tener sobre la piel y que, normalmente, no se hacen evidentes hasta pasados ciertos años.

"Las consecuencias inmediatas las conocemos todos, cuando te quemas, una quemadura solar es molesta, tira la piel. Pero es menos importante que quizá los efectos a largo plazo, que pueden ser, sin duda, los más importantes; como el origen del cáncer de piel", recordó.

Por ello, desde el Colegio Oficial de Farmaceúticos han iniciado, como todos los años, una campaña para prevenir sobre los efectos del sol en la época estival. Para ello, aconsejan "tratar al sol como una fuente de radiación".

"El sol es agradable, calienta, es algo bonito, puede ser muy divertido, puedes pasarlo muy bien al sol un día de campo (...) pero hay que tener en cuenta que existe la posibilidad de que haya una quemadura a corto plazo y daños a largo plazo. Por lo tanto, hay que protegerse adecuadamente, no sólo a base de cremas protectoras solares, sino de cualquier cosa. Gafas de buena calidad, una gorra, un sombrero amplio, ropa amplia de color claro para que refleje el sol... etc", incidió Martínez.

Hay que tener en cuenta que no existen "ni la protección total ni las cremas resistentes al agua" si no que existe "la fotoprotección alta y existen los protectores más o menos resistentes al agua". Por ello, hay que protegerse continuamente y no olvidar hacer uso de las cremas fotoprotectoras una vez salgamos del agua y pasado cierto tiempo de exposición a la radiación solar.

"La totalidad no existe, es decir, el fotoprotector muchas veces se descompone según incide la radiación para proteger precisamente la piel, pero el fotoprotector se desgasta. Además, el protector solar resistente al agua 100% tampoco lo hay. Obviamente, el agua va eliminando la capa de protección que queda en la superficie de la piel y pierde efecto", dijo.

Evidentemente, el sol no tiene el mismo efecto sobre la piel en invierno que en verano, ya que en la época estival en el hemisferio norte es cuando más perpendicularmente inciden los rayos, por lo que tiene más efecto. Del mismo modo, no es igual el efecto sobre una piel clara que sobre otra más morena.

"Ciertamente, las pieles más oscuras están mas preparadas para bloquear los efectos del sol. Simplemente, tener en cuenta que en relación con la radiación solar, una piel clara va a necesitar un fotoprotector con mayor protección que una piel más oscura. En cualquier caso, ante la duda, usar una crema con más protección".

Para concluir, Martínez incidió en que el hecho de ponerse moreno "en dos días" sin hacer uso de fotoprotectores solares supondrá "quemaduras en la piel" que en una semana "se pelará" y volverá a su "color habitual". Por ello, apuntó que una protección adecuada hará que la piel se adapte "poco a poco" a la luz solar, volviéndose en una piel más morena que "tarda mucho más en perderse".

"Queda mucho más bonito, queda mucho mejor y estás mas protegido. Es una adaptación más natural, por lo que lo mejor que se puede hacer es buscar ponerse moreno poco a poco y protegiéndose, que ponerse moreno más rápido que va a durar muy poco y puede tener efectos nocivos". Además, la exposición a la radiación solar supone el mayor factor de envejecimiento de la piel y la principal causa de arrugas.

'TU PIEL NUNCA OLVIDA'

Desde el Colegio Oficial de Farmeceúticos han comenzado la 'Campaña de fotoprotección 2011: Tu piel nunca olvida', con el fin de prevenir a los ciudadanos sobre los efectos nocivos del sol en la época de verano.

"Es una campaña que se hace todos los años por estas fechas. En esta ocasión se incide más en los efectos a largo plazo que puede tener el sol sobre la piel. Realmente es una llamada de atención a la gente para que tenga un poco de cuidado con el sol", aseguró Martínez.

Los continuos cambios climatológicos que se están experimentando en los últimos tiempos hacen necesaria una correcta información en cuanto a los cuidados que deben proporcionarse a la piel, con el fin de evitar futuras lesiones.

Por este motivo el colectivo profesional de farmacéuticos desarrolla cada año estas campañas informativas a nivel nacional puestas en marcha en cada una de las oficinas de farmacia del país.

Los efectos más nocivos del sol sólo se manifiestan a muy largo plazo, algo especialmente importante cuando nos referimos a las radicaciones IR-A, que producen un estrés oxidativo que se traducirá en la aparición de arrugas, la pérdida de elasticidad y, en definitiva, en el fotoenvejecimiento de la piel pero que no tiene efectos visibles de forma inmediata.

La campaña de información que desarrollarán las oficinas de farmacia de todo el país proporcionará al usuario información destinada a mejorar el conocimiento acerca de los beneficios que supone para la salud una correcta fotoprotección, haciendo especial hincapié en la necesidad de protegerse frente a la radiación solar no sólo durante el verano, especialmente en determinados grupos de población.