MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una adecuada almohada puede evitar la aparición de problemas cervicales y de hombros, según han informado expertos de la Unidad de Fisioterapia del Hospital Quirón A Coruña, tras comprobar que una de cada cuatro citas médicas son por dolores cervicales.
Ahora bien, según ha informado el coordinador del servicio de Fisioterapia del citado hospital, Fernando Ramos, no existe una "almohada perfecta", sino que hay que elegirla en función de la postura en la que se duerma y de la propia morfología del cuerpo.
"Por ejemplo, si usamos una excesivamente baja y dormimos de lado, favorecerá la compresión de los nervios que salen de nuestras vértebras cervicales en dirección al brazo, originando dolor cervical que se puede irradiar a la extremidad, así como problemas en el hombro al apoyar sobre él todo el peso del tronco”, ha explicado.
En concreto, si la posición de descanso es boca arriba, se aconseja una almohada con una altura media de 10 a 13 centímetros de grosor, para que la cabeza no se caiga hacia atrás. Tanto la zona de la nuca como la curvatura cervical deben reposar sobre ella, mientras que la cabeza debe estar alineada con los hombros y el tronco. La longitud de la almohada debe superar la del ancho de hombros y su dureza debe ser media.
DORMIR DE LADO O BOCA ABAJO
Si la posición de descanso es de lado, la almohada debe tener un mayor grosor (hasta 15 centímetros) y con la dureza suficiente para que la cabeza permanezca alineada con el tronco. Esta posición es la más recomendable para un buen descanso, en posición fetal y con las piernas ligeramente flexionadas. Ahora bien, el hombro no debe apoyarse en la almohada, pues esta sirve para rellenar el hueco existente entre este y la cabeza.
Si se duerme boca abajo, la altura de la almohada debe ser lo más reducida posible (de 8 a 10 centímetros). No es la postura más recomendable para el descanso, pues obliga a mantener la columna cervical en excesiva rotación durante un periodo de tiempo prolongado. En este caso, la almohada debe ser blanda, como las de pluma o plumón o las de espuma viscoelástica.
Para quien padece alguna patología cervical, el experto ha destacado la necesidad de acudir a un fisioterapeuta para que le recomienda una almohada cervical con la forma de su curvatura fisiológica. "Dan un mayor soporte a la zona lesionada y a la cabeza para reducir el estrés sobre las vértebras y la musculatura cervical", ha zanjado.