MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla - La Mancha (COFICAM) ha lanzado un mensaje de concienciación sobre el peligro de realizar zambullidas en piscinas o playas.
En España se producen cada año entre 800 y 1.000 lesiones medulares y entre 4-11 por ciento se deben a actividades deportivas o de ocio propios del verano, siendo el 6 por ciento por zambullidas, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Las lesiones se producen en varones jóvenes primordialmente y presenta terribles repercusiones para la salud, además de un alto coste social y familiar debido a la gravedad de los daños neurológicos que de él se pueden derivar.
En la piscina, los saltos desde el borde o trampolines pueden llevar a graves lesiones si no se conoce la técnica adecuada para saltar o la profundidad de la piscina. La persona que se sumerge puede chocar contra la masa de agua o el suelo y provocarle una grave lesión medular.
"Las consecuencias de una mala zambullida pueden ir desde una fractura más o menos leve hasta una lesión medular o un ahogamiento si se pierde la conciencia. Es importante que al realizar los saltos, los brazos vayan por delante para proteger el cuello y la cabeza en caso de impacto", afirman desde COFICAM.
En sitios como la playa, los acantilados, zonas portuarias, ríos o pantanos, en los que el agua puede ser menos clara, el elemento más importante a tener en cuenta es la profundidad. Metiéndonos en el agua de pie podemos tantear si existen elementos que puedan provocar daños.
"Cada verano en nuestro país se producen casos de lesiones medulares por irresponsabilidades de los bañistas y en la mayoría de las ocasiones podrían evitarse tomando las medidas oportunas y siendo conscientes del peligro", afirman desde el Colegio de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha.
Desde COFICAM además ponen de relieve la importancia de avisar inmediatamente al 112 en el caso de presenciar una caída o un salto peligroso y recuerdan que sólo en caso de tener los conocimientos y la capacidad física necesarios, se debe socorrer a la persona herida. Por último, lanzan un mensaje de prudencia sobre todo a niños y jóvenes, advirtiendo de que "ante la duda de un posible peligro, mejor meterse en el agua de forma segura".