MADRID 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Suomen Akatemia de Finlandia aseguran que los adolescentes cuyos padres sufren estrés y están cansados por culpa de su trabajo, lo que se conoce como síndrome del 'burn out' o del quemado, son más propensos a padecer estos mismos problemas en su entorno escolar.
Estos expertos han concluido el primer estudio científico sobre las asociaciones entre el comportamiento de los adolescentes y el agotamiento de sus padres, como parte del proyecto 'FinEdu', en el que participaron un total de 515 jóvenes de 15 años que estudian en noveno grado.
Para comparar el grado de agotamiento, consultaron a 595 padres de estos alumnos y observaron que era similar en ambos miembros de la familia. Además, comprobaron que las experiencias de desgaste eran compartidas en sus familias, "muy especialmente entre padres e hijos del mismo sexo, lo que parece servir como modelo para traspasar el síndrome del quemado de unos a otros", explicó la profesora Katariina Salmela-Aro, que condujo la investigación.
Según esta experta, el agotamiento de los padres puede reflejar carencias a la hora de educar a sus hijos o interpretarse como un menor interés por conocer la vida de sus hijos. Asimismo, el desgaste profesional puede guardar relación con su situación económica, ya que "cuanto más preocupaciones económicas hay, más es el nivel de desgaste", explicó Salmela-Aro.
En dicho estudio se comprobó además que el paso de la escuela a secundaria es la etapa más difícil para la mayoría de chicos, quienes aseguran que es éste el momento en que experimentan más cambios de motivación y bienestar.
Por otro lado, otro estudio del proyecto 'FinEdu', con 687 alumnos, trató de estudiar la evolución de su grado de satisfacción en el tiempo. Tras un seguimiento de cuatro años, dos tercios de los encuestados reconocieron mantener su bienestar constante, mientras que el resto de alumnos experimentó cambios en su estado de ánimo, la satisfacción con su propia vida, etcétera.