La financiación basada en resultados puede generar un 20% más de atención sanitaria con los mismos fondos

Actualizado: martes, 7 octubre 2014 7:09

MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los países y los principales donantes están cambiando la forma en que financian los programas de salud maternos e infantiles sobre la malaria, la tuberculosis y el VIH/sida en los países de bajos ingresos para aumentar su impacto. El enfoque, llamado 'Results-Based Financing for Health' (RBF), paga a los proveedores o beneficiarios de los servicios de salud después de alcanzar los resultados acordados previamente y cuando han sido verificados.

RBF es un cambio en la forma de pago por los servicios prestados que funciona para los donantes y los países en desarrollo al asegurar a los donantes de que sus fondos están siendo utilizados según lo previsto y produciendo los resultados deseados, incluyendo cómo los países desembolsan sus propios recursos.

La investigación preliminar muestra que los países que utilizan RBF pueden obtener un 20 por ciento más de atención sanitaria por la misma cantidad de dinero con una mejor calidad, como se pondrá de manifiesto este miércoles en Oslo, donde se reunirán expertos en RBF de todo el mundo para revisar la experiencia adquirida con estos programas hasta el momento y determinar un plan de trabajo para su ampliación.

"La evidencia muestra que la financiación basada en los resultados tiene un impacto significativo, salvar vidas y ampliar el acceso a los servicios de salud esenciales de calidad para las mujeres más pobres y los niños en los países en desarrollo", dice Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que lidera el proyecto mundial 'Every Woman Every Child', afirma: "Se necesitan urgentemente enfoques innovadores de financiación para satisfacer las necesidades de salud de las mujeres y los niños del mundo. La financiación basada en los resultados puede mejorar la calidad y la eficiencia de los servicios y, no menos importante, mejorar la equidad".

Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel señala que RBF muestra el camino para el cambio de la ayuda hacia un enfoque en los resultados, ofreciendo "una nueva modalidad prometedora complementaria a los enfoques sistémicos". Noruega y Alemania están poniendo en práctica un enfoque innovador de RBF en Malawi para mejorar la salud materna.

En Ruanda, el Gobierno decidió implementar un esquema de RBF nacional, pagando incentivos por la prestación de maternidad de calidad y servicios de salud infantil. Una rigurosa evaluación mostró que el programa mejoró tanto la cobertura como la calidad de los servicios de salud y que una cantidad igual de recursos financieros sin los incentivos no logró los mismos resultados positivos.

"Ruanda demuestra que RBF puede tener éxito bajo casi cualquier condición si apoyamos el proceso", afirma el ministro de Finanzas y Planificación Económica de Ruanda, Claver Gatete. A ello, el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Borge Brende, añade que "simplemente, los incentivos funcionan con eficacia".

"Este enfoque de entrega de las ayudas tiene por objeto asegurar que cada centavo que gastamos en el programa de salud para salvar vidas produce resultados reales. Es bueno para los donantes, bueno para los contribuyentes y, lo más importante, bueno para los millones de personas en todo el mundo en desarrollo que necesitan desesperadamente acceder a una mejor atención sanitaria", subraya Lynne Featherstone, ministra de Desarrollo Internacional de Reino Unido.

Creado en 2007, el Fondo Fiduciario para Innovación en materia de Resultados en el Sector de la Salud (Health Results Innovation Trust Fund o HRITF), gestionado por el Banco Mundial, está apoyando 36 programas de RBF en 31 países, comprometiendo 404 millones de dólares de fondos de los gobiernos de Noruega y Reino Unido.

Alrededor del 75 por ciento de la financiación del HRITF apoya programas en el África subsahariana, que implica más de la mitad de la carga mundial de mortalidad materna. Los enfoques RBF, financiados por el HRITF y otras fuentes, han contribuido a dotar de personal durante 24 horas a las clínicas de maternidad en Tanzania, donde el personal mal pagado trabajaba sólo por unas horas.

En Burundi, en poco más de un año, los nacimientos en los centros sanitarios se incrementaron en un 25 por ciento, las consultas prenatales aumentaron un 20 por ciento y el número de niños completamente vacunados subió en un 10 por ciento. En Argentina, la mortalidad neonatal ha disminuido un 74 por ciento y en India, las mujeres que usan las clínicas y los hospitales para parir pasaron de 700.000 a 12 millones.

Además de los socios, Noruega, Reino Unido, el Grupo del Banco Mundial, UNICEF, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y la Alianza GAVI (la Alianza mundial para el fomento de la vacunación y la inmunización), representantes de Alemania, Japón, Suecia, Estados Unidos y la Fundación Bill y Melinda Gates asistirán a la reuniones de Oslo. Estos asistentes han expresado su interés en unirse al programa RBF.

Casi todos ven RBF como una manera de conseguir mejores resultados para su dinero y esfuerzos. Por ejemplo, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria se unió recientemente a la asociación para RBF, ampliando los objetivos de financiación más allá de la salud materno-infantil incluyendo la malaria, la tuberculosis y el VIH/sida.

"Hemos estudiado con mucho cuidado los resultados RBF --dice Mark Dybul, director ejecutivo del Fondo Mundial--. Está claro que si funcionaba para la salud materna y del recién nacido, se debe trabajar para el sida, la tuberculosis y la malaria".

"Cuando invertimos en las áreas de mayor necesidad, las de las comunidades más desfavorecidas, logramos los mejores resultados", añade Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF, que asistirá a la reunión. A su juicio, la financiación basada en los resultados puede ayudar a hacer mejores inversiones y más inteligentes, algo que ve positivo para las poblaciones más marginadas y los inversores.

"La rendición de cuentas y los resultados están en el corazón del trabajo de GAVI con los países. Al unirnos al esfuerzo RBF, podemos ayudar a los niños a conseguir medicamentos que salvan vidas y unir fuerzas para llegar hasta el último niño", apunta Seth Berkley, director ejecutivo de la Alianza GAVI.

En la actualidad existe una amplia gama de países que aplican RBF, financiado por el Banco Mundial, otros organismos donantes o fondos del gobierno. Para muchos de estos países, las evaluaciones están en curso y varios de ellos han completado las evaluaciones.

ÁFRICA, FOCO PRINCIPAL DE ESTOS PROGRAMAS

RBF es un término general que abarca muchos tipos diferentes de intervenciones. La definición formal de RBF es que "cubre en efectivo o transferencias no monetarias a un gobierno nacional o subnacional, encargado, proveedor, deudor o consumidor de servicios de salud después de que los resultados predefinidos se han alcanzado y verificado, de forma que el pago está condicionado a acciones medibles que se están adoptando" .

Afganistán fue el primer receptor de una subvención de HRITF en 2007. Ahora, tres cuartas partes de los proyectos se encuentran en África y otro 13 por ciento en Asia del Sur, repartiéndose los proyectos restantes en América Latina y Caribe, Asia Oriental y Pacífico, Oriente Medio y Norte de África y Oriente y Asia Central. Tres países, Sierra Leona, Burundi y Ruanda, tienen programas de RBF en todo el país.

Rwanda, Burundi, Nigeria, Camerún, Zimbabwe y Zambia son ejemplos donde los enfoques RBF han contribuido a importantes avances en la cobertura y calidad de los servicios de salud materna e infantil. Como beneficio adicional, estas subvenciones han contribuido a que los sistemas de salud sean más responsables al cambiar el enfoque a resultados medibles.