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MADRID, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las fiestas navideñas son fechas en las que las personas suelen abusar del alcohol, lo que genera que al día siguiente la mayoría padezcan resaca, un malestar generalizado provocado por una intoxicación con estas bebidas, de ahí que los médicos apunten algunos "trucos" para evitarla como, por ejemplo, fijar una meta de lo que se quiere beber y alternar bebidas alcohólicas y no alcohólicas durante la noche.
Ahora bien, el experto del Grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), Francisco Camarelles, ha asegurado a Europa Press que para no tener resaca la única solución es "no beber" y ha subrayado la necesidad de realizar campañas de prevención con el objetivo de conseguir que los menores no beban y que los adultos lo hagan de una manera moderada.
No obstante, para aquellos que desobedezcan esta abstinencia, el experto ha asegurado que es importante contar y medir lo que se va bebiendo, tomar alcohol junto a las comidas, beber despacio y de manera espaciada y aprender a saber decir que no, "aunque sea a una ronda de bebidas".
En este sentido, el especialista de Semfyc ha explicado que, en el caso en el que se tenga resaca al día siguiente de la celebración, es importante tener en cuenta que "bebiendo más alcohol" no se quita el malestar producido por la ingesta abusiva de bebidas alcohólicas.
De hecho, prosigue, lo único capaz de reducir el malestar es la hidratación, las comidas ligeras y el descanso. "Hay que beber mucha agua, comer de forma ligera y descansar, ya que sólo así se podrán mitigar los efectos del alcohol", ha apostillado.
Además, según ha recordado Camarelles, hay personas que el consumo de alcohol debe ser "cero" como, por ejemplo, las embarazadas, los pacientes con alguna enfermedad crónica, los conductores y los menores y adolescentes.
EL 82% DE LOS ESTUDIANTES HA CONSUMIDO ALCOHOL EN EL ÚLTIMO AÑO
Ante este último grupo de población, el especialista ha destacado la importancia de concienciarles para que no ingieran "ni una gota de alcohol" ya que su cerebro está en pleno desarrollo. Y es que, según se desprende de la última encuesta Escolar sobre Drogas (2012-2013) el 82 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha consumido alcohol en el último año y el 74 por ciento en el último mes.
Se trata de unos porcentajes más elevados con respecto a la última encuesta realizada en 2010, donde el 74 por ciento de los jóvenes reconoció haber consumido alcohol en el último año y el 63 por ciento en el último mes. En esta ocasión, se muestra también como ha aumentado en 9 puntos el porcentaje de estudiantes que han consumido esta sustancia alguna vez en su vida, situándose ya en el 84 por ciento.
"Actualmente es muy preocupante el consumo de alcohol en los jóvenes ya que muchos de ellos acaban en el hospital por una intoxicación con esta sustancia. Por ello, es necesario realizar más campañas de prevención y evitar que se sigan realizando botellones donde los adolescentes consumen cantidades muy grandes de bebidas alcohólicas", ha apostillado Camarelles.