Por qué la fibromialgia es más frecuente en las mujeres de mediana edad y cómo detectarla

Archivo - Mujer, fibromialgia
Archivo - Mujer, fibromialgia - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / WAVEBREAKMEDIA
Publicado: miércoles, 30 noviembre 2022 8:31

   MADRID, 30 Nov. (EDIZIONES) -

   La fibromialgia es una enfermedad crónica que produce dolor generalizado en músculos y articulaciones y añade otros síntomas desagradables que empeoran la calidad de vida de los pacientes como cansancio, insomnio, problemas de estómago, entre otros muchos.

   "Puede llegar a incapacitar a las personas y dificultar tanto su actividad diaria como su desarrollo en las distintas áreas personal, social, laboral, familiar y económica", subraya la doctora Tamara Rodríguez Araya, médico especialista en Reumatología, y portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

   La también coordinadora de la unidad de Dolor Crónico y Fibromialgia del Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona precisa así que los síntomas principales son el dolor y la fatiga o el cansancio. "A veces, estos son tan intensos que el paciente no se ve capaz ni de salir de la cama. El dolor puede aumentar hasta el punto de que un abrazo o un apretón de manos no lo soporten e, incluso, que un simple roce les resulte desagradable. Dependiendo del momento o del paciente, unas veces predomina el dolor sobre el cansancio, o viceversa", describe esta experta en fibromialgia.

   Además, afirma que hay una larga lista de síntomas que pueden acompañar a los descritos anteriormente, como el insomnio o la dificultad para dormir bien, problemas intestinales (diarrea, estreñimiento, hinchazón después de comer, gases en exceso, ...), erupciones cutáneas sin causa aparente, sequedad de ojos o de boca, alteraciones cognitivas como falta de atención o de concentración, u otros como dolor de cabeza, mareos, pérdida de fuerza y sensación de debilidad, entre otros muchos.

DE CADA 4 MUJERES SE DIAGNOSTICA A UN HOMBRE

   Señala que, en España, la prevalencia de fibromialgia se estima en un 2,1% aproximadamente, y es más frecuente en mujeres que en hombres, con un rango de 4 a 1, es decir, por cada varón diagnosticado de fibromialgia se diagnostican 4 mujeres. "No se conocen con exactitud las causas, pero parece que existen factores hormonales que contribuyen a este hecho", indica.

   Puede debutar a cualquier edad, aunque reconoce que es más frecuente en mujeres de mediana edad, entre los 30 y los 50 años; sin embargo, sí señala que también puede diagnosticarse en adolescentes o en mujeres postmenopáusicas aunque, lo habitual, es que después de los 65 años las causas de dolor crónico generalizado sean diferentes a la fibromialgia, y se deban a otros motivos más degenerativos como, por ejemplo, la artrosis o los problemas mecánicos de columna.

CUÁLES SON SUS CAUSAS

   De momento, se desconoce el origen de la enfermedad, según indica la portavoz de la SER, aunque reconoce que se han planteado varias teorías como la posible causa genética, la neurológica (como un traumatismo cerebral), la vía autoinmune, o por ejemplo las casas infecciosas, entre muchas otras.

   "La que está más en boga hoy en día y que ha sorprendido a toda la comunidad sanitaria es la de que, a pesar de que era una posibilidad prácticamente descartada, tenga una etiología autoinmune, es decir, que nuestras propias defensas estén atacando partes específicas de nuestro cuerpo y generando la enfermedad", valora la especialista del Hospital Clínic de Barcelona.

   Dice que esta conclusión se ha extraído de un estudio publicado recientemente en el que han introducido anticuerpos (que son defensas de nuestro organismo que pueden llegar a volverse contra nosotros) de pacientes que padecen fibromialgia en ratones, y estos han desarrollado la enfermedad.

   "La falta de respuesta de los pacientes a tratamientos que habitualmente se utilizan para tratar otras enfermedades autoinmunes como, por ejemplo, la artritis reumatoide, es un factor que juega en contra de esta teoría; por lo que se están desarrollando otros estudios en todo el mundo, tratando de confirmar o de desmentir esta posible etiología", sostiene.

   A su juicio, lo importante de todo esto es que debemos continuar trabajando e investigando para determinar el verdadero origen de la enfermedad y de qué manera confluyen todas estas teorías, de cara a enfocar mejor y más específicamente los tratamientos que damos a nuestros pacientes.

RETRASO EN SU DIAGNÓSTICO

   Precisamente, uno de los retos a los que los expertos se enfrentan hoy en día con la fibromialgia es a la hora de lograr una detección precoz: "No existe aún ninguna prueba (analítica de sangre, prueba de imagen u otra) o marcador que permita diagnosticar como tal una fibromialgia".

   Apunta la doctora Tamara Rodríguez Araya que la única manera que tenemos actualmente de diagnosticarla es por la clínica que presenta el paciente, y a través de la exploración física que debe realizar el médico, que es esencial. "Además, antes de diagnosticarla conviene descartar otras causas posibles del dolor que presenta el paciente y esto suele requerir la realización de pruebas como análisis de sangre, o radiografías", subraya.

   Según lamenta, todo ello retrasa considerablemente el diagnóstico y, además, puede llevar a la realización de pruebas innecesarias y perjudiciales para el paciente: "Por ello, es esencial que encontremos medios objetivos de diagnosticarla, biomarcadores específicos que no estén tan sujetos a la subjetividad de una escala de dolor manifestada por el paciente".

TRATAMIENTOS HOY EN DÍA

   Esta médico especialista en Reumatología mantiene en cuanto a los tratamientos disponibles hoy en día es que lo primero que se debe ofrecer a un paciente que tiene fibromialgia es educación acerca de todo lo relativo a su enfermedad: Qué la provoca, por qué tiene esos síntomas, cómo evoluciona, si causa o no deterioro o discapacidad, qué medidas puede tomar el paciente para mejorar, entre otros aspectos.

   "El tratamiento que ha mostrado mayor beneficio en todos los estudios que se han realizado es el ejercicio físico, sobre todo el aeróbico (caminar, nadar, etc) y el fortalecimiento muscular. Si el paciente consigue instaurar una buena rutina de ejercicios en su día a día, ya habrá dado el paso más importante para la mejoría de su calidad de vida", valora esta experta.

   Resalta igualmente que otra terapia que ha mostrado "gran eficacia" es la terapia cognitivo conductual, aplicada por psicólogos expertos en la materia. Asimismo, india que hoy en día existen fármacos para mejorar la situación del paciente, para que disminuya el dolor, para mejorar la calidad de sueño y otros síntomas: "Ninguno de ellos es curativo y, además, el paciente debe entender que, para que hagan su efecto, es primordial que lleven una buena rutina deportiva, como hemos dicho antes y, además, lleve una buena alimentación, higiene del sueño y unas buenas pautas de actividad, de descanso, y de ocio".

   Con todo ello, la doctora Tamara Rodríguez Araya remarca que el tratamiento multidisciplinar es el que ha mostrado un mayor beneficio a la hora de enfocar las terapias de los pacientes: "Se trata de abordar su enfermedad desde diferentes perspectivas: psicológica, médica, ocupacional, deportiva, etc. Las Unidades Multidisciplinares de Tratamiento para el dolor crónico son las que más tasa de éxito tienen a la hora de tratar y mejorar la calidad de vida de estos pacientes y debemos abogar para que se implanten en los distintos hospitales del Sistema Nacional de Salud".

   De momento, esta enfermedad se considera crónica y no existe ninguna terapia enfocada en la curación de la misma sino, a la mejoría de la calidad de vida de quienes la padecen. "Sin embargo, si un paciente cumple adecuadamente las pautas entregadas en las unidades multidisciplinares de tratamiento, la mejoría puede ser bastante notoria y recuperar calidad de vida en todos los ámbitos", recalca.

   A su vez, esta especialista en Reumatología subraya que las personas que padecen fibromialgia sufren de un proceso llamado 'sensibilización central', por el que las neuronas que transmiten cierta información, como la dolorosa, muestran un funcionamiento excesivo y anormal, y generan síntomas como la hiperalgesia, explicada anteriormente, o la alodinia, que es la aparición de dolor ante un estímulo no doloroso (como una caricia, por ejemplo). "Este proceso aparece en múltiples enfermedades, no solo en fibromialgia, y se han detectado múltiples casos en los que es reversible. Por tanto, aún no sabemos si podremos llegar algún día a la situación en la que el fenómeno de sensibilización central de la fibromialgia sea reversible", agrega.

   Una nota importante a añadir en este artículo, según resalta, es la necesidad de apostar por la investigación en esta enfermedad: "Queda mucho por descubrir sobre ella, sus causas, biomarcadores que permitan un diagnóstico efectivo, tratamientos enfocados a la mejoría o, incluso, curación de nuestros pacientes".

   Y un segundo aspecto importante en su opinión es el abordar el papel que juegan quienes se dedican a ella, en la educación de los profesionales sanitarios que, en algún momento, pueden tener en consultas a una persona con dolor, como médicos de familia, reumatólogos, neurólogos, anestesistas, entre otros.