MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación liderada por el Instituto de Medicina Molecular (IMM) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha demostrado que el fármaco denosumab, aprobado para tratar la osteoporosis, prevenir metástasis en los huesos y daños en el esqueleto derivados de otros tipos de cáncer, podría ayudar a eliminar las resistencias a los inhibidores de CDK4/6 en el tratamiento del cáncer de mama metastásico.
Este nuevo estudio, publicado en 'Cell Reports Medicine', se centra en la proteína RANK, de la que se sabe que participa en el proceso de renovación de las células en los huesos. "Nuestro trabajo y el de otros autores ya había mostrado que RANK tiene igualmente un papel en cáncer de mama, tanto en la iniciación como en la progresión del tumor", afirma la jefa del Grupo de Transformación y Metástasis del CNIO, Eva González Suárez.
Los investigadores han descubierto que el exceso de la proteína RANK en las células tumorales es lo que fomenta la resistencia a los inhibidores de CDK4/6, terapia dirigida principal en el cáncer de mama luminal.
El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres. Entre los tumores de mama que se diseminan a otros órganos, es decir, hacen metástasis, el 70 por ciento es de tipo luminal, una variante en la que las células son sensibles a las hormonas sexuales femeninas, el estrógeno y la progesterona.
De hecho, el tumor se forma cuando estas hormonas ordenan a las células dividirse. En los casos avanzados el tratamiento habitual es la cirugía, seguida de una terapia hormonal sola o en combinación con quimioterapia o con terapia dirigida.
Las terapias dirigidas atacan a moléculas específicas del tumor. En el cáncer de mama luminal la terapia dirigida consiste en fármacos que anulan -inhiben- las proteínas CDK4/6, encargadas de la velocidad de crecimiento y división de las células. La aprobación de estos inhibidores supuso un importante avance en el tratamiento del cáncer de mama luminal.
Sin embargo, cerca del 20 por ciento de las pacientes no responden al tratamiento. Y la mayoría de las que sí responden desarrollan resistencia en los dos primeros años, lo que significa que la terapia pierde efectividad.
Además de ser el responsable de la resistencia al tratamiento, en la investigación también se muestra que el exceso de proteína RANK debilita una herramienta del sistema inmune contra los tumores, el interferón gamma. Esto significa que las pacientes con demasiada proteína RANK se quedan sin una defensa natural de su cuerpo y además no responden al tratamiento más habitual y efectivo.
Estos resultados tienen valor clínico. Por un lado, los niveles de RANK de una paciente podrían ayudar a decidir si administrarle inhibidores de CDK4/6. Por otro, se podría seguir investigando para complementar la terapia combinada hormonal y dirigida con un tercer fármaco que bloquee la acción de RANK, y elimine la resistencia.
El estudio propone el fármaco denosumab (Prolia), un anticuerpo monoclonal aprobado en Estados Unidos y Europa para tratar la osteoporosis, prevenir metástasis en los huesos y daños en el esqueleto derivados de otros tipos de cáncer.
"La ventaja es que, al estar ya aprobado, sabemos mucho sobre su perfil de seguridad. Los efectos secundarios que pueda tener ya se conocen y, en el contexto del cáncer, resultan menores. Por eso, desde el punto de vista de la investigación, se podría diseñar inmediatamente un ensayo clínico con pacientes", señala González Suárez.
Ese sería el paso siguiente, de cara a aplicar los resultados obtenidos. "Es el paso evidente, para la publicación hemos trabajado solo con líneas celulares y modelos de ratón sin sistema inmune, un dato muy importante. El ensayo clínico en pacientes es lo que nos confirmaría si realmente existe un beneficio de la combinación de denosumab con la terapia combinada de hormonas e inhibidores de CDK4/6", explica Suárez.