MADRID 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 63 por ciento de los farmacéuticos considera que los españoles beben menos de lo necesario para estar debidamente hidratados, dando así un suspenso a los hábitos de hidratación de la población, según los resultados de un estudio realizado por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) con la colaboración del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).
Esto se debe en parte a la "falsa creencia" que tienen muchas personas de que al no hacer calor no hace falta beber, como destaca el 41 por ciento de los encuestados, pese a la importancia de la hidratación para el buen funcionamiento del organismo durante todo el año al intervenir en procesos fisiológicos básicos.
Del mismo modo, esperar a beber cuando ya existe cierta sensación de sed es otro de los comportamientos equivocados que observan los farmacéuticos, según afirma el 55 por ciento de los encuestados. Sin embargo, confiar únicamente en esta sensación no garantiza una adecuada hidratación dado que esta señal aparece cuando ya se han perdido líquidos, es decir, cuando existe un cierto grado de deshidratación.
Estas percepciones corroboran los datos de los estudios que periódicamente elabora el OHS para conocer los hábitos de la población y en cuyas conclusiones se pone de manifiesto que la gran mayoría bebe menos de los dos o tres litros diarios que se recomienda consumir.
Sin embargo, el 66 por ciento afirma que bebería más si su farmacéutico se lo recomendase, y el 81 por ciento considera importante que en las oficinas de farmacia se den consejos sobre hidratación.
Esto demuestra que "el papel de los farmacéuticos en la educación y difusión de hábitos saludables es fundamental", según los autores del estudio, ya que son los profesionales "más próximos a la población".
Por ello, y coincidiendo con la llegada de las fiestas navideñas, el OHS y el CGCOF advierten de que son fechas en las que hay vigilar la hidratación, ya que "con el frío se bebe menos y no se presta atención a los líquidos que se pierden".
Además, dado que durante estas fechas se realizan numerosas actividades, insisten en que las prendas de abrigo, la fuerte calefacción de los establecimientos, las prisas, el nerviosismo, las aglomeraciones, las actividades de ocio o practicar deportes de invierno hacen que aumente la sudoración y las pérdidas hídricas.