La falta de motivación, de información o los malos hábitos, "barreras" al tratamiento de la diabetes

Actualizado: martes, 21 septiembre 2010 12:34

El 75% de adultos creen que no necesitan medirse los niveles de glucosa porque los saben sin necesidad de pincharse

ESTOCOLMO (SUECIA), 21 (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Iñaki Hernández)

Las creencias erróneas, la falta de información o los malos hábitos pueden ser para una paciente con diabetes una "fuente importante" de complicaciones en un futuro y, de hecho, constituyen "barreras" a la eficacia de los tratamientos de esta enfermedad, que se ha convertido en una "verdadera epidemia" en el mundo desarrollado, según han advertido diversos expertos en el 46º Encuentro Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes que se celebra estos días en Estocolomo (Suecia).

Así, durante la mesa redonda 'Entender las necesidades de los pacientes con diabetes' organizada por Bayer HealthCare, el doctor Louis Monnier, del Laboratorio de Nutrición Humana del Instituto Universitario de Investigación Clínica de Montpellier (Francia) ha afirmado que, de acuerdo a un estudio reciente, los pacientes tipo 2 que se miden correctamente los niveles de glucosa cada día para controlarse las subidas y bajadas de azúcar tiene una mayor esperanza de vida que los que no lo hacen.

De hecho, el autocontrol de la glucemia capilar se recomienda ampliamente en el caso de los personas que sufren diabetes para enfocar mejor el tratamiento en todos los tipos de diabetes y conseguir de ese modo un control adecuado de la glucosa y evitar así complicaciones tardías, como las enfermedades coronarias o las relacionadas con las extremidades de estos pacientes.

Sin embargo, a pesar de esto, de acuerdo a otro estudio presentado con motivo del encuentro anual, el 75 por ciento de adultos con diabetes de tipo 1 o diabetes de tipo 2 todavía creen que no necesitan medirse la glucosa porque lo saben sin necesidad de pincharse. Además, un 21 por ciento de personas con diabetes de tipo 1 y un 40 por ciento de tipo 2 no saben qué hacer con los resultados de las mediciones, mientras que un 41 por ciento de tipo 1 y un 53 por ciento de tipo 2 desconocen que deben de medirse el azúcar después de comer.

"ACERCAMIENTO A CADA CASO"

Este tipo de falta de información o de creencias erróneas puede reducir la adherencia a los controles de los niveles de glucosa y, consecuentemente, disminuir la eficacia de los tratamientos, según los expertos. En este sentido, el doctor Oliver Schenell, del Grupo para la Investigación de la Diabetes del Helmholtz Center de Munich (Alemania), ha destacado que las guías internacionales con recomendaciones de comportamientos para los pacientes diabeticos "pueden ser útiles", pero es "de vital importancia un acercamiento personal a cada caso", ya que cada paciente tiene sus propias "barreras" que le impiden controlar bien su enfermedad.

Entre las más frecuentes se encuentran los problemas relacionados con la motivación de este tipo de pacientes para someterse diariamente a las pruebas de los niveles de azúcar. Así, un 45 de pacientes con diabetes tipo 1 un 53 por ciento tipo 2 reconocen que medirse constantemente les recuerda que tienen una enfermedad crónica; un 34 por ciento de tipo 1 y un 35 por ciento de tipo 2 lo consideran doloroso; y un 26 por ciento de tipo 1 y un 25 por ciento de tipo 2, frustrante.

"A menudo los pacientes muestran muy poca motivación por medir sus niveles de forma regular, si los análisis no se les explican suficientemente, si se perciben como dolorosos o íncómodos, o si los medidores, tiras o lancetas no son reembolsables por el sistema santiatrio", ha explicado el doctor Monnier.

Además, algunos pacientes con diabetes siguen teniendo creencias totalmente erróneas sobre su enfermedad, como que pueden comer lo que quieran o que, por ejemplo, a ellos particularmente beber una Coca Cola no les afecta, explica la enfermera especializada en diabetes Magdalena Annersten, del Departamento de Endocrionología del Hospital Universitario de Malmo (Suecia). Para este caso concreto, la recomendación de la experta es dejar que beba la Coca-Cola, y que luego se mida los niveles de azúcar "para ver los efectos que tiene".

"De nada sirve la información, si no están motivados o no entienden las consecuencias", explica Annersten, quien recuerda que, finalmente, y a pesar de todos los consejos, es el comportamiento del paciente "el que marca la diferencia" entre una enfermedad mejor controlada y una diabetes peor controlada, y por lo tanto, con más complicaciones.