SEVILLA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El miembro del Departamento Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Fulgencio Saura Calixto señaló hoy que la deficiencia de fibre en la dieta puede ser, "en gran medida", un factor de desarrollo de "enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer de colon, estreñimiento y diverticulosis".
La fibra dietética, que no es atacada por los enzimas del estómago y del intestino delgado por lo que llega al colon sin degradar, puede tener diversos efectos a la largo del aparato digestivo. Así, explicó que la fibra tiene una influencia significativa en el grado de absorción de nutrientes y hace que el estómago "aumente la viscosidad y retrase el vaciado gástrico", apuntó este investigador en una ponencia dentro del marco de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Sevilla.
Al hilo de ello, Saura sostuvo que la fibra consta de dos fracciones --insoluble y soluble en agua-- y sus propiedades vienen determinadas principalmente por los porcentajes de estas dos fracciones, de modo que "la insoluble es escasamente fermentada y tiene un marcado efecto laxante y regulador intestinal", mientras que "la fibra soluble es fermentada en alta proporción y sus principales propiedades se relacionan con la disminución de colesterol y glucosa en sangre y el desarrollo de la flora intestinal".
La primera propiedad de la fibra, según el investigador, es "la relación directa entre su ingesta y un correcto funcionamiento gastrointestinal", si bien agregó que la diverticulosis también "se ha asociado con dietas bajas en fibra", ya que "la fibra aumenta la excreción y disminuye la presión colónica, por lo que tiene acción terapéutica sobre esta dolencia".
Asimismo, Saura habló de que algunos estudios "asocian una ingesta alta de fibra con un menor riesgo de cáncer colo-rectal", sin embargo, la asociación "no tiene necesariamente que ser directa, pues parece existir una asociación recíproca entre fibra y grasa y, también un alto consumo de grasa se ha relacionado con incidencia de estos tipos de cáncer".
En este sentido, en tratamientos de obesidad "se han evidenciado los efectos beneficiosos de la ingesta de alimentos ricos en fibra", expresó el investigador, añadiendo que esto "se materializan en una pérdida de peso según diferentes mecanismos, como la sensación de saciedad, el aumento de excreción de grasa y proteína, el menor índice glicémico o la disminución del contenido calórico de la dieta".
Además, agregó que "otros estudios han mostrado que la fibra soluble disminuye los niveles de colesterol en sangre y tienden a reducir, por otro lado, la velocidad con que la glucosa llega a sangre y la secreción de insulina". En esta propiedad se basa la recomendación a diabéticos de alimentos con bajo índice glicémico y ricos en fibra soluble como legumbres, frutas y verduras, señaló.
FIBRA Y CONSUMO
El investigador expuso que nutriólogos y organizaciones sanitarias recomiendan elevar a 30 gramos el consumo de fibra, que en los países europeos se encuentra alrededor de 20 gramos por persona y día, "debiendo ser soluble al menos el 30 por ciento de la fibra ingerida".
"El consumo actual de fibra dietética total en España --estimado en 18,3 por persona y día-- está cuantitativamente lejos de las recomendaciones dietéticas, aunque desde un punto de vista cualitativo podemos afirmar que la fibra de nuestra dieta es de composición equilibrada y tiene una buena calidad nutricional".