MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) -
La falta de ejercicio físico de manera regular --se recomienda al menos una hora al día-- de niños y adolescentes hace que estén en riesgo de poder sufrir lesiones graves cuando realicen ejercicios físicos muy intensos o que conlleven un grado de estrés muscular, ocasionando casos de lesiones propios de deportistas de élite en niños "de tan sólo 5 años de edad".
Así lo ha destacado la directora de la sección de Medicina de Danza y Actividad Física para la Salud del Hospital Infantil de Boston (EE.UU), la doctora Andrea Stracciolini, quien ha advertido de que este hecho "tiene que el futuro de la medicina deportiva pediátrica debe ser la prevención de las lesiones".
"Para ello, los profesionales debemos identificar a los niños en riesgo de posibles lesiones basándonos en una detallada historia familiar y de desarrollo del niño y en exámenes de biomecánica y perfil musculoesquelético. Con esta información se pueden prescribir programas de ejercicio individualizados dirigidos a niños de corta edad con el objetivo de prevenir lesiones", ha señalado la doctora.
Todo esto lo ha puesto de manifiesto durante el I Simposio Internacional sobre Actividad Física Pediátrica, organizado por el Aula Europea del Deporte de la Universidad Europea de Madrid (UEM) que, hasta este sábado, reúne a expertos nacionales a internacionales para analizar las últimas investigaciones sobre los efectos de la actividad física en niños y jóvenes.
No obstante y a pesar de que los especialistas recomiendan al menos una hora de actividad física moderada o intensa, "en la actualidad, apenas el 41 por ciento de los pequeños cumple esta recomendación en España", ha lamentado el catedrático de Fisiología del Ejercicio de la UEM, Alejandro Lucía.
En este sentido, el profesor ha admitido que la actividad física "adecuada y permanente" en niños y adolescentes ha demostrado tener beneficios para su salud cuando llegan a la edad adulta. Así, "se ha comprobado que el ejercicio físico realizado de manera regular a partir de los 6-7 años de edad mejora los niveles de la salud cardiovascular al llegar a adulto, teniendo un mejor perfil 'cardiometabólico".
Según ha explicado, diversos estudios han señalado que la actividad física temprana incluso es capaz de modificar en muchos casos la predisposición genética que tienen algunos niños a la obesidad. Además, "a una edad temprana, antes incluso de los 8 años, el niño puede adoptar los patrones de actividad física para después mantenerlos durante la edad adulta" ya que, a su juicio, "según van cumpliendo años, los niños van dejando de hacer deporte, de forma que en la etapa adolescente hacen aún menos ejercicio que durante la infancia".